Lejos quedan ya los tiempos en los que los músicos y juglares tenían que interpretar cada vez en vivo y en directo sus composiciones para poder vivir de su arte. Cuando se inventó el gramófono, todo el mundo pudo disfrutar de la misma interpretación en ausencia del intérprete en cuestión. Eso democratizó la música y sembró los fundamentos para que algunos artistas se hicieran ricos con una simple grabación en estudio, difundida en múltiples copias que acercaban la música a sus admiradores y, de paso, les proporcionaban a ellos y a sus herederos ingresos de por vida y más allá de la muerte. 

Con la llegada de la piratería digital, ese modus vivendi entró en barrena y aún no se ha recuperado totalmente, a pesar de brillantes fórmulas como la que representa Spotify. De esta forma, muchos músicos han vuelto a dar el callo con conciertos en directo. Las restricciones durante la pandemia ha hecho que muchos pasaran hambre literalmente.

Pero no todo son malas noticias en la industria musical. La última vuelta de tuerca en el arte de ganar dinero sin trabajar consiste en ni siquiera tener que componer nuevas creaciones ni grabar nuevos discos para seguir haciéndose ricos con la mamandurria de lo que ya han creado. Empezando por Bob Dylan, el más astuto y comercial de los artistas que el mundo de la música ha dado, que ha vendido por seiscientos de millones de dólares los derechos de sus canciones , y seguido por creadores tan conocidos como Bruce Springsteen y aun muertos como David Bowie, la última moda entre los músicos es vender la totalidad de los derechos de un autor a unos inversores por una cantidad sustanciosa de la que solo una parte podrán disfrutar en vida (por su importante monto y por los imperativos de la naturaleza).

La Inteligencia Artificial generativa se encargará a partir ese momento de crear canciones a su estilo y suplantar su voz de forma sintética e indistinguible del original. No solamente ellos, sino sus herederos y, sobre todo, los inversores que les han comprado con su alma. Fausto no hubiera hecho un mejor acuerdo con el diablo.