Javier Rubiales en imagen de archivo.
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Está suspendido por la FIFA durante los próximos 90 días. Suspensión que arrancó para Luis Rubiales el pasado sábado. Y ahora, Pedro Rocha, presidente de la Federación, ha activado, como recogió en el primer comunicado oficial, «los protocolos internos como consecuencia de la suspensión». Eso indica que se queda sin una parte de proporcional de su sueldo, que era de 339.237,12 euros anuales netos, procedentes de Las Rozas, según las cuentas del año 2022, y 250.000 euros más como consecuencia de su cargo de vicepresidente de la UEFA, para el que también está suspendido. 

La Federación, que ya pidió la dimisión de Rubiales tras la reunión extraordinaria de los presidentes de las federaciones territoriales, intenta ahora alejarse al máximo de la etapa anterior. Quiere, según algunos dirigentes, «coser» las heridas abiertas en el seno de la Federación tras el beso no consentido que propinó el aún presidente, por mucho que haya sido suspendido, a Jenni Hermoso en la final del Mundial. 

Se le quitan también todos los dispositivos electrónicos (ordenador, móvil, que fue hackeado en su día, y tablet) vinculados con su cargo como presidente. Un cargo que Rubiales no puede realizar hasta que no expire la sanción de la FIFA, pendiente, además, de la decisión que adopte el Gobierno español, quien quiere que no tenga fecha de caducidad. Que sea ‘sine die’.