Pocas horas antes de la meritoria y sufrida remontada del Barça en Villarreal, Messi volvió a desmentir aquel ofensivo y desafortunado comunicado del Barça en el que se decía, para desacreditarlo, que Leo había escogido “competir en un campeonato con menos exigencias y más alejado del foco y la presión a la que ha estado sometido en los últimos años”: el pase estratosférico del mejor futbolista de la historia y ahora de la MLS que ha dado la vuelta al mundo no parece que sea de un futbolista que haya optado por bajar ningún listón.
Y es que el vacío que ha dejado Messi en la delantera del Barça es un cráter de enormes proporciones del que todavía no hemos visto el fondo. Por eso el debate no es quién va a llenar ese hueco (la respuesta es nadie), sino qué jugadores pueden minimizar al máximo su ausencia.
En el estadio de la Cerámica, el que presentó la mejor candidatura fue sin duda un adolescente de 16 años llamado Lamine Yamal, con el que Xavi ha actuado con gran valentía, y que revolucionó el partido. Dio un gol a Gavi, llevó todo el peso en ataque, aguantó al equipo cuando estaba en el alambre y le regaló un gol a Lewandowsky que en realidad fue suyo.
Ahora mismo, este chico en edad escolar es sin duda el delantero más en forma del Barça, muy por encima de un Lewandowsky perdido y totalmente desconectado del juego. Más allá de su olfato goleador, el problema del polaco es que transmite la sensación de no terminar de entender a qué juega el Barça.
Ahora mismo, Ferran Torres exhibe su excelente estado de forma físico y su gran momento goleador, pero habrá que ver si es capaz de confirmar sensaciones en los momentos más exigentes de la temporada.
Ansu Fati decepciona cada vez que sale al campo, y ayer desaprovechó una ocasión imperdonable con 3-4 que le hubiera podido costar muy cara al equipo: a muy pocos días de cerrarse el mercado crece la sensación de que tanto Xavi como el club están llegando a la conclusión de que si llega una buena oferta, su etapa en el Barça puede haber concluido. Prueba de ello es que el joven Fermín dio ayer la sensación que puede aportar mucho más que Ansu.
Queda Raphinha, un delantero que parece quedarse siempre a medio camino, al que su sanción ha permitido disimular que ahora mismo Lamine Yamal es mucho más titular que él. Tras tres jornadas de Liga, queda claro que hay una redistribución de jerarquías en la delantera del Barça. Los que partían como favoritos (Lewa, Raphinha y Ansu) están siendo discutidos por dos jóvenes como Yamal y Fermín y un trabajador como Ferran Torres.
La cuestión de fondo, todavía no resuelta, es cómo se va a configurar el liderazgo en la delantera en la era postMessi. Visto lo visto contra el Villarreal, parece más probable que el relevo lo construyan un par de adolescentes mucho antes que fichajes consagrados que cobran sumados casi tanto como el mejor de la historia. En el Barça, el campo siempre termina pesando más que el banco.