Las autoridades de Rumanía han comunicado que las víctimas por una explosión de una estación de gas licuado de petróleo en Bucarest ha aumentado a dos fallecidos y 58 heridos.
Según recoge el portal de noticias rumano Mediafax, 43 de los heridos son trabajadores, y todos ellos han sido trasladados a hospitales -tanto nacionales como internacionales, porque Rumanía no tiene suficientes centros para tratar quemaduras– para recibir tratamiento médico.
La estación en la que tuvo lugar el incidente no tenía autorización ambiental desde hacía tres años, tal y como ha indicado la Agencia Nacional de Protección Ambiental.
Según el primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, todas las estaciones de gas estarán sujetas a control para una mayor transparencia e información sobre irregularidades. «Cuando se encuentren objetos y cargas que puedan causar pérdidas de vidas humanas o poner en peligro a personas, las actividades se cerrarán», agrega.
El fiscal general, Alex Florenta, ha informado de que se han detectado irregularidades que habrían provocado las explosiones, al observar una transferencia entre dos tanques, mientras que una persona habría arrojad un cigarrillo encendido en el asfalto