Recientes investigaciones revelan que el tigre dientes de sable, contrario a la creencia común, podría haber ronroneado en lugar de rugir, semejante a felinos domésticos actuales.

Reevaluación de vocalizaciones en felinos prehistóricos

Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, publicado en la revista “Journal of Morphology” en agosto de 2023, ha examinado detenidamente las estructuras óseas de los tigres dientes de sable extintos, ofreciendo perspectivas sorprendentes sobre sus posibles vocalizaciones.

Los expertos en taxonomía felina categorizan a los gatos en dos principales subfamilias: Pantherinae, que incluye felinos más grandes como leones y jaguares, y Felinae, que abarca felinos más pequeños, incluidos los domésticos.

Esta clasificación se basa en diferencias anatómicas que determinan sus vocalizaciones. Los Pantherinae poseen la capacidad de rugir, mientras que los Felinae producen un ronroneo característico, derivado de una laringe menos rígida.

Conexión entre estructura ósea y vocalización

Las diferencias en las vocalizaciones entre estas subfamilias no están directamente vinculadas al uso de huesos específicos, pero las estructuras óseas asociadas a los tejidos vocales varían significativamente entre ellas.

Como señaló la doctora Ashley Deutsch, coautora del estudio, “mientras que los humanos poseen un único hueso hioides, los felinos que ronronean tienen nueve de estos huesos interconectados en cadena, y aquellos que rugen tienen siete. Las discrepancias en esta cadena de huesos se hallan en la parte superior de la estructura hioidea”.

Lo intrigante es que, aunque el tigre dientes de sable cuenta con una estructura hioidea similar a los grandes felinos actuales, presenta características óseas que lo asocian más con los gatos ronroneadores.

Implicaciones acústicas del tamaño óseo en la vocalización

El estudio sugiere que la estructura ósea similar al de felinos ronroneadores podría haber permitido al tigre dientes de sable emitir un ronroneo, independientemente de la ausencia de huesos específicos.

Una hipótesis propuesta es que el tamaño de los huesos hioides podría influir en el tono de las vocalizaciones. Si bien el tigre dientes de sable no rivalizaba en tamaño con los felinos actuales más grandes, sus huesos hioides eran proporcionalmente más grandes que cualquier felino contemporáneo.

Esto sugiere que sus vocalizaciones podrían haber sido más profundas que las de tigres y leones actuales.