Asumió como propias algunas de las victorias rusas en la guerra contra Ucrania y lanzó el mayor órdago a Vladimir Putin en sus 23 años de dominio. Yevgeny Prigozhin, a quien el presidente ruso reconoció el jueves haber conocido en la década de 1990 cuando el oligarca trabajaba en la red de casinos de San Petersburgo, tuvo tantas vidas que, según sus propios acólitos, llegó a sentirse indestructible. Un Ícaro que voló alto y que escribió las últimas líneas de su biografía el miércoles a bordo de un jet privado que debía llevarle de Moscú a San Petersburgo y que nunca llegó a destino.
Su muerte -una liquidación ordenada desde el Kremlin, según partidarios del grupo Wagner, opositores rusos e incluso agencias de inteligencia occidentales- arroja ahora interrogantes sobre el curso de la contienda y el impacto del la desaparición del magnate en las filas rusas en medio del laberinto bélico.
Mientras Rusia siga sometida a fuertes sanciones, Putin recurrirá a Wagner y a la red mundial de negocios de Prigozhin para obtener los ingresos y las materias primas que necesita
18 meses de contienda
La invasión a gran escala de Ucrania ha cruzado precisamente esta semana el umbral de los 18 meses sin perspectivas de un desenlace próximo. Existen pocas certezas. El pasado mayo, en uno de los capítulos más cruentos de la guerra, Ucrania perdió la ciudad de Bajmut. Hace tres meses las fuerzas ucranianas lanzaron una contraofensiva para tratar de recuperar territorio en el sur y este del país. Uno de sus objetivos sigue siendo arrebatar a los rusos Bajmut en mitad de las llamadas a sus aliados occidentales para incrementar su envío de armamento.
En el bando rival, Putin podría verse abocado a otro reclutamiento de civiles para suplir las bajas y reforzar un ejército que acusa la fatiga. La salida de escena de las decenas de miles de mercenarios de Wagner reclutados en cárceles del país también conduce a tal escenario. “Es probable que no haya repercusiones en la guerra de Ucrania, aunque la retirada de Wagner de los frentes aumenta las posibilidades de que se lleve a cabo una nueva ronda de movilización de civiles para realizar las misiones que se encomendaron a Wagner en el pasado”, estima en conversación con este diario Mikhail Troitskiy, experto en Rusia de la universidad estadounidense de Wisconsin-Madison.
“La guerra en Ucrania continuará; el papel de Wagner en esta guerra había sido exagerado por el propio Prigozhin. La guerra la está librando el ejército ruso, que está compuesto por mercenarios. Seguirán luchando”, agrega Fedor Krasheninnikov, periodista y analista político ruso exiliado en Lituania. Las circunstancias que rodean al óbito del oligarca que en junio gozaba de elevados índices de popularidad “afectará negativamente a la moral de los soldados rusos, a los que no les gustan los generales y en muchos aspectos percibían a Prigozhin como una persona que luchaba por la justicia”, sostiene el disidente ruso Oleg Stepanov, ex coordinador de la campaña de Alexei Navalni en Moscú
Tras la rebelión fallida del 23 de junio, liderada por Prigozhin y convertida en una demostración de fuerza de los mercenarios de Wagner, el presidente ruso se aplicó en intentar desactivar sus tentáculos en el interior de Rusia. Aseguró que el Estado había financiado íntegramente el grupo y el ministerio de Defensa reivindicó haberse hecho con el armamento de la empresa tras una serie de redadas. Conforme al acuerdo, Prigozhin se trasladó a Bielorrusia y sus empleados debían recibir ofertas para unirse a las filas del ejército. “Desde el punto de vista legal, Wagner ni siquiera existe”, manifestó Putin en una entrevista a un diario local. La eliminación de cualquier rastro de Wagner también alcanzó a la persecución de sus canales de propaganda.
El reto de Putin
El desafío es ahora gestionar a sus miles de empleados y a los forofos que el jueves desfilaron por los memoriales levantados en memoria de Prigozhin y su lugarteniente Dmitry Utkin, que también viajaba en el avión, a las puerta del cuartel general de su empresa en San Petersburgo o la ciudad de Rostov-on-don, ocupada por sus fuerzas durante el motín de junio. “Para que Putin capte eficazmente a los miles de soldados bajo la bandera de Wagner, necesitará la lealtad de quien se haga cargo del grupo”, estima en conversación con El Independiente Sean Steinberg, analista de The Soufan Center y coautor de un reciente informe que trata de descifrar el universo construido por Prigozhin. “Mientras Rusia siga sometida a fuertes sanciones, Putin recurrirá a Wagner y a la red mundial de negocios de Prigozhin para obtener los ingresos y las materias primas que necesita para eludir estas restricciones”, agrega.
Putin quiere enviar un mensaje muy claro a las otras élites de un Estado más heterogéneo que jerárquico
“Mi hipótesis es que este fue el motivo por el que Prigozhin tardó dos meses en ser eliminado, si es que eso es lo que realmente ocurrió aquí. Existe un amplio sistema de filiales y empresas tapadera afiliadas a Wagner que es necesario cartografiar y controlar antes de poder eliminar al guardián de la operación”, subraya. A mediados de julio Putin propuso como sucesor del grupo a Andrey Troshev, un coronel retirado del ejército ruso y curtido en Afganistán que ha dirigido las operaciones de Wagner en Siria en auxilio del dictador Bashar Asad.
“Putin ya anunció su elección para sustituir a Prigozhin a principios de verano, así que ahora debemos esperar y ver si las bases están dispuestas a abandonar sus antiguas lealtades por la nueva guardia”, comenta Steinberg.
“Prigozhin fue durante un tiempo muy popular en Rusia; en un momento dado, una encuesta reveló que sería el segundo candidato más popular a la presidencia por detrás del propio Putin, pero el Estado se ha pasado los dos últimos meses persiguiendo a los medios de comunicación afines a Prigozhin y utilizando bots para empañar su imagen en Internet. Aunque no creo que Wagner pueda salirse con la suya organizando otra revuelta del nivel de la que vimos en junio, podrían crear un quebradero de cabeza si empiezan a causar problemas en torno a su nuevo hogar en Bielorrusia e intensifican el enfrentamiento fronterizo con Polonia, por ejemplo”.
Los mercenarios de Wagner podrían crear un quebradero de cabeza si empiezan a causar problemas en torno a su nuevo hogar en Bielorrusia e intensifican el enfrentamiento fronterizo con Polonia
«Un acto de disuasión»
El desenlace de la rebelión de hace dos meses es una poderosa advertencia para quienes tengan tentaciones similares. «Putin quiere enviar un mensaje muy claro a las otras élites de un Estado más heterogéneo que jerárquico y a centros de poder diferentes que potencialmente podrían competir con él. Es un acto de disuasión contra cualquiera que haya pensado que Putin podría haberse debilitado. El mensaje es: ‘Incluso si eres un aliado cercano o un amigo y te mueves en mi contra, te liquidaré'», asevera Andreas Krieg, profesor del Kings College de Londres.
“La probabilidad de nuevos motines militares en Rusia ha disminuido pero si los acontecimientos en el frente no se desarrollan de la mejor manera para Putin, son posibles”, comenta Stepanov. “Y ahora los posibles rebeldes comprenderán que deben llegar hasta el final, porque en caso de fracaso, la muerte les espera de todos modos”.
Observadores y expertos en los entresijos del poder en Rusia coinciden en que la erradicación de Prigozhin tiene escasas implicaciones para el curso de la guerra. Según la inteligencia estadounidense, las tropas de Wagner dejaron de luchar en territorio ucraniano desde el motín. “Wagner no ha participado en los combates en Ucrania desde principios de verano, sobre todo después del fallido motín de junio. La muerte de Prigozhin y Utkin no tendrá ningún efecto inmediato en la guerra. Si Wagner no se mantiene unido bajo una nueva etiqueta, esto tendrá algún efecto en el esfuerzo bélico de Rusia, ya que Wagner demostró ser algo más eficaz que el ejército ruso regular”, indica Brian D. Taylor, director del Moynihan Institute of Global Affairs.
Los soldados rusos se preocupan por problemas mucho más graves que el destino de Prigozhin. Hay fallos logísticos, en el entrenamiento de combate y en el combate mismo, escasez de artículos de primera necesidad y problemas con las rotaciones de tropas
El legado de Wagner
Entre quienes pueden heredar el papel desempeñado por los secuaces de Prigozhin, figuran varios pretendientes. “el líder checheno Ramzan Kadirov tiene su propio contingente de mercenarios, y la compañía rusa de gas Gazprom también tiene sus propias empresas militares privadas para asegurar sus activos». Precisamente el viernes Kadirov recordó en Telegram su amistad con Prigozhin, a quien afeó «no ver o no querer ver últimamente el panorama completo de lo que estaba ocurriendo en el país» y recomendó dejar a un lado sus ambiciones personales a pesar de su «deseo de lograr todo lo que quería aquí y ahora».
«Dudo que ni Kadirov ni otras empresas puedan reemplazar completamente a Wagner, dada su experiencia operativa en Ucrania, Siria y varios estados africanos, pero cabe señalar que Wagner ya no es el único grupo de mercenarios en Rusia”, sostiene Steinberg. Con una acotación: “Teniendo en cuenta cómo se desarrolló la saga de Prigozhin, Putin dudará mucho en elevar la estatura de cualquier grupo o individuo que no responda directamente ante él o que pueda desafiar su poder. Podría tratar de evitarlo haciéndoles firmar contratos con el ejército ruso, como hizo en última instancia con parte del personal de Wagner, pero tiene sus propios inconvenientes, ya que al hacerlo se eliminaría el velo de negación entre el Estado ruso y la empresa militar privada que da a Putin cobertura política para sus acciones”.
El recuerdo de Prigozhin, una vez considerado un héroe en los cuarteles rusos, no aparece como un elemento de movilización. “Son contradicciones mucho más graves que el asesinato de Prigozhin las que tensionan actualmente al ejército. Los soldados se preocupan por problemas mucho más graves que el destino de Prigozhin. Hay fallos logísticos, fallos en el entrenamiento de combate y en el combate mismo, escasez de artículos de primera necesidad y problemas más complejos con las rotaciones de tropas. Así que puede haber un cisma en el ejército, pero la muerte de Prigozhin no será la causa ni siquiera una excusa”, estima el experto en Wagner Denis Korotkov.
Kiev sí podría explotar el último capítulo de Prigozhin y las circunstancias que rodean su óbito para tratar de pescar en río revuelto. “Ucrania podría sacar partido de la situación lanzando una campaña de guerra informativa centrada en las fisuras internas rusas”, reconoce Colin Clarke, también analista del The Soufan Center. “Putin ha demostrado lo vulnerable que es. Uno de sus antiguos confidentes se volvió contra él y se amotinó a finales de junio. Putin adormeció a Prigozhin con una falsa sensación de seguridad, sólo para ejecutarlo en el aniversario de los dos meses del golpe abortado. Putin podría tener problemas y la inestabilidad política interna es una posibilidad real”.