Ha sido uno de los nombres del verano por su salida de la NBA tras siete temporadas y por su sorprendente fichaje por el Barça, cuando es un jugador que nació y jugó en el Madrid y el club blanco tenía el derecho de tanteo, que no optó por igualar la oferta azulgrana. Y será uno de los nombres en el Mundial de baloncesto que se abre este sábado para la selección frente a Costa de Marfil (20.30 horas, TVE1), al que acude el equipo de Scariolo como campeona del mundo, y el pívot madrileño de 29 años como uno de los líderes del equipo, etiqueta que se ha ganado con el titulo de MVP del Eurobasket del pasado año. En un proceso madurado con el tiempo, los Hernangómez han tomado el relevo natural a los Gasol como referencias de la plantilla.
Es difícil no plantearse grandes cosas en el Mundial que está a punto de empezar cuando España llega como campeona del mundo, de Europa y número uno del ránking.
Bueno, yo creo que no hay que ponerse presión. Creo que tenemos una experiencia de los últimos años que nos debe servir. Tenemos que confiar en nuestro trabajo. Confiar en lo que Sergio nos pide. El objetivo, como siempre, es llegar a lo más alto. No tenemos el súper talento que teníamos hace diez años. Pero somos luchadores, guerreros, nos dejamos la piel, no tenemos miedo a nadie, y sobre todo creo que como unidad y como equipo no hay nadie mejor que nosotros. Tenemos que aprovechar esa fortaleza como grupo que tenemos, la familia que somos, para competir. Y luego la competición nos dirá si estamos más arriba o más abajo.
Sorprendieron a todos en el Mundial hace dos años y volvieron a repetir título hace uno año en el Eurobasket. ¿Sueñan con romper de nuevo los pronósticos?
No queremos ponernos metas ni decir hasta dónde podemos llegar. Vamos a darlo todo. ¿Qué pasará? Lo que es seguro es que no nos vamos a arrepentir es de habernos dejado la piel, de haber hecho lo correcto. Ojalá que a donde lleguemos sea lo más alto posible.
¿Hay más presión por ser la defensora del título?
Vamos con mucha humildad, sabiendo que habrá que esforzarse al máximo, en la línea de los dos últimos campeonatos, en los que nos fue muy bien. Hay que tener la mente tranquila y disfrutar partido a partido, muy en la línea del Cholo Simeone. Nadie creía que podíamos pasar de cuartos en las dos últimas citas y demostramos que con trabajo y química se puede conseguir todo. Incluso es mejor cuando no vas de favorito porque un equipo se esfuerza más cuando nadie apuesta por él.
No queremos ponernos metas ni decir hasta dónde podemos llegar, pero vamos a dejarnos la piel»
Este equipo incorpora la base del Eurobasket y añade a un nuevo talento como Santi Aldama, que puede ser una gran ayuda interior.
Santi pues es un chaval muy joven, que tenía muchas ganas de venir a la selección y que nos va a venir súper bien. Llega con muchísimas ganas y con muchísima ilusión y nos va a permitir añadir tamaño al equipo.
La selección continúa con su renovación, pero mantiene a algunos de los referentes de su mejor etapa: Llull, Rudy, Claver…
La vieja guardia no puede faltar. Es una garantía de la química del grupo, del ADN de la familia. Ellos lo aprendieron de los anteriores y nos lo enseñaron y ahora nosotros estamos intentando transmitirlo también a los más jóvenes que vienen. Tener a Rudy, Llull o Claver es un orgullo. Su capacidad de transmitir los valores dentro y fuera de la pista es una de las claves de la selección.
El Barcelona me ha valorado, me está dando un proyecto, una oportunidad y me siento con muchísimas ganas de ir a por ello»
Estados Unidos llega con un equipo sin grandes estrellas. Usted que los conoce bien, ¿los ve como el equipo a batir?
Para mí sí. Sin duda. Son los favoritos. Siempre están ahí. Pero bueno, al final mira lo que pasó en el último Mundial. En un torneo como éste, te lo juegas todo a un partido, ese día hay jugar muy bien y da igual quién sea el rival. Así que veremos. Yo creo que es lo diferente del baloncesto americano y lo bonito y lo apasionante de baloncesto europeo: jugar en equipo, la inteligencia jugando, el compañerismo, contar con equipo ganador como el que rodea a los jugadores: técnicos, físios, utileros. Y en eso creo que en España somos los mejores. Se vio en el Europeo y en el Mundial, que no es un tema de tener una estrella, dos o tres. Lo que importa es el grupo.
Hablemos de usted. Después de siete temporadas en la NBA, regresa a Europa y lo hace en el Barça.
A mí me suena apasionante e ilusionante. Volver a España, a casa, es un reto y lo hago a un club que me ha demostrado cariño. Estoy con muchas ganas de hacer un buen Mundial, y después ponerme a las órdenes de Roger Grimau y conoce a mis nuevos compañeros.
¿Le costó mucho a Navarro convencerle para que aceptara la oferta?
Creo que lo he dicho. Venía buscando una oportunidad de jugar a baloncesto. Quería hacerlo en España y ser importante, sobre todo por el momento en mi carrera en el que estoy. Quiero aprovechar estos años porque siento que estoy llegando a mi mejor momento. Tenía ofertas de fuera y para seguir en la NBA, pero quería estar en casa, cerca de mi familia y el Barcelona desde el primer día mostró muchísimo interés, así que es una oportunidad para los dos de poder jugar juntos.
Quiero aprovechar estos años porque siento que estoy llegando a mi mejor momento. Quiero luchar por títulos, sentir ese fuego por dentro»
¿Pesó en su decisión su pasado madridista?
No, al final, son oportunidades. Eso es este trabajo. Al final la carrera del deportista es muy corta y yo quería jugar. Creo que llevo demasiado tiempo sin aprovechar mis virtudes de baloncesto, sin disfrutar de jugar a este deporte. Obviamente, ¿qué puedo decir del Madrid? Soy madrileño. No voy a negarlo. Estoy muy agradecido al Real Madrid que me dio la oportunidad de debutar en la ACB, en la Euroliga y de ser canterano. Pero también al Cajasol Sevilla, a los Knicks, a Charlotte y a Nueva Orleans, que son los equipos de la NBA que me han dado una oportunidad. Todos esos equipos me han hecho el jugador que soy ahora, la persona que soy. El Madrid tuvo el derecho de tanteo y no fue a por él. Y el Barcelona me ha valorado, me está dando un proyecto, una oportunidad y me siento con muchísimas ganas de ir a por ello. Creo que es el momento perfecto de mi carrera para poder jugar y disfrutar en Barcelona.
¿Su reto este año es demostrar que puede ser diferencial en Europa?
Bueno, lo más inmediato es afrontar este torneo con la selección para poder ganar el Mundial o estar lo mejor posible y clasificarnos para los Juegos. Y luego encarar la temporada de Barcelona para luchar por cada título e, intentar adaptarme lo mismo al juego europeo que es diferente, llevo ya 7 años en NBA. Y sobre todo el disfrutar. Me siento muy cómodo jugando aquí en Europa con la selección, sobre todo físicamente, pero hablando mucho con Scariolo, hablando con compañeros, la Euroliga es muy dura, muchos viajes, la ACB es muy dura, jugar cada partido por algo es algo que me apasionaba, el competir al final. Si estás en la NBA, solo tienes una opción, que es entrar en los play-offs. Y yo lo que quiero es luchar por títulos, ganar, competir. Sentir ese fuego por dentro y me apetecía volver. El reto es ganar Euroliga, no tengo ninguna y es lo que tengo metido en la cabeza.