Gesto serio, frunciendo el ceño y mirando a la cámara con expresión desafiante. La foto para la historia del preso número PO1135809, la primera de un presidente de Estados Unidos, en activo o retirado. La ficha policial de Donald Trump le describe como un varón blanco, de 97,5 kilos de peso y 192 centímetros de alto, de cabello rubio y ojos azules. Los cargos que se le imputan son desde la violación de la ley estatal contra la delincuencia organizada a las presiones sobre funcionarios públicos para que faltaran a sus obligaciones, pasando por la conspiración para falsificar documentos.

Donald Trump ha rubricado este jueves un nuevo hito en su historia personal y en la de los presidentes de EEUU. El magnate ha viajado a Atlanta (Georgia) para ser fichado en la prisión del condado de Fulton, el lugar en el que la Fiscalía le acusa de 13 delitos por haber intentado subvertir los resultados electorales de los comicios presidenciales de 2020 en ese estado, donde Biden ganó con estrecho margen.

El republicano ha llegado a la prisión al anochecer del jueves después de haber viajado en su avión privado desde Nueva Jersey. Una vez allí, se le han tomado las huellas dactilares y realizado una fotografía frontal para los archivos policiales. Además, ha tenido que depositar los 200.000 dólares (unos 180.000 eruos) de fianza que acordó con la Fiscalía.

Esta cuarta imputación penal lleva incluidas acusaciones por 13 delitos, entre los que se encuentran el de asociación delictiva -algo habitualmente usado contra la mafia- por haber conspirado para subvertir el resultado de los comicios. En la causa también se ha acusado a 18 personas más que habrían colaborado con Trump.


Un hombre apoya a Trump con un cartel criticando la «caza de brujas»

Reuters

También se le acusa de haber conspirado para que ciertas personas se presentaran falsamente como delegados electorales para certificar la victoria de Trump en Georgia a sabiendas de que en realidad perdió.

Este mismo jueves, la fiscal del caso, Fani Willis, ha solicitado que el juicio comience el próximo 23 de octubre, antes de lo que se preveía. De ser declarado culpable de todos los cargos, el expresidente republicano podría ser condenado a hasta 76,5 años de cárcel.

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Aunque es su cuarta imputación -por 91 cargos en total-, este caso ha cobrado gran relevancia porque, al ser un proceso judicial estatal y no federal, Trump no podría autoindultarse en caso de recuperar la Presidencia en 2025.

Polarización en la calle

Al igual que ha ocurrido con las anteriores ocasiones cuando ha acudido a que se le leyeran los cargos en su contra, Trump ha visto a grupos de simpatizantes y detractores aglutinados en la puerta de la prisión.

Detractores de Trump frente a la prisión


Detractores de Trump frente a la prisión

Reuters

Entre los que apoyan a Trump, un autobús para su campaña electoral del próximo año, gorras con su eslogan ‘Make America great again’ o camisetas con su rostro y el texto ‘Inocente’. Del otro lado, carteles con frases como «Trump es la definición de la depravación», camisetas en las que el expresidente aparece con el traje de presidiario o el lema «arrestar a Trump».

Otros imputados

Al menos diez de los 19 imputados en esta supuesta trama mafiosa ya se han entregado en la prisión de Fulton y han salido en libertad tras pagar sendas fianzas.

Ayer lo hizo el exabogado de Trump y exalcalde neoyorquino Rudy Giuliani, quien tuvo que pagar 150.000 dólares para salir libre.

Mientras que Mark Meadows, antiguo jefe de gabinete de Trump en la Casa Blanca, lo hizo unas horas antes que el expresidente, después de que un juez rechazara su petición de trasladar su caso a una corte federal.

Imagen de las 11 de las 18 personas fichadas por amañar las elecciones presidenciales de EEUU.


Imagen de las 11 de las 18 personas fichadas por amañar las elecciones presidenciales de EEUU.

Reuters

Trump cambia a sus abogados

Pocas horas antes de presentarse en la prisión, el precandidato republicano decidió reemplazar al equipo de abogados encargado de su defensa en el caso contra él en Georgia horas antes de entregarse en ese estado para ser fichado, según informa Efe.

Drew Findling, el abogado que ha llevado la defensa de Trump en este caso, ha sido sustituido por Steven Sadow, un profesional con despacho en Atlanta cuya web le define como un «asesor legal especial para la defensa de delitos de guante blanco y casos de perfil elevado», según la cadena de televisión CNN.

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Una fuente cercana a Trump explicó a la misma cadena que no se trata del desempeño de Findling, mientras otra justificó el cambio porque Sadow es «el mejor abogado defensor de casos penales de Georgia».

Investigación sobre los fiscales

La imputación se ha producido el mismo día en que la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, ha lanzado una investigación de la fiscal del distrito Fani Willis apuntando que puede estar «políticamente motivada».

El portavoz del Comité Judicial de la Cámara, Jim Jordan, ha enviado a una carta a Willis preguntando si está coordinando su investigación con el Departamento de Justicia o si ha utilizado fondos provenientes de los impuestos federales para realizar la indagación.

Jordan repite así el escenario que ya puso en marcha junto a otros dos republicanos para presionar al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien también ha presentado cargos contra Trump en el caso del dinero pagado a la actriz porno Stormy Daniels. Bragg ha demandado a Jordan para parar lo que el fiscal ha denominado una «campaña de intimidación».