Un estudio de la Comisión Europea advierte de que el sector turístico valenciano será uno de los más perjudicados por el cambio climático, ya que sus proyecciones muestran que un aumento de temperatura media de 3 °C o 4 °C más en verano reducirá entre un 1,7 % y un 3,2 % el número de turistas.

El informe Impacto regional del cambio climático en la demanda turística europea elaborado por el Centro Común de Investigación, conocido por JRC (en inglés Joint Research Centre), de la Comisión Europea evalúa los cambios en la demanda turística en los cuatro futuros escenarios climáticos contemplados en los objetivos del Acuerdo de París (con un incremento de la temperatura media de 1,5 °C y 2 °C) y dos niveles más altos de calentamiento (3 °C y 4 °C).

Muestra que el escenario más desfavorable, el de un aumento de temperatura de 3 °C o 4 °C, el número de turistas de verano se reducirá en casi un 10 % en las regiones costeras del sur y aumentará la demanda en las costas del norte en un 5 %.

La costa mediterránea la peor parada

Las mayores pérdidas (más del 5 %) se proyectan en las regiones de Chipre, Grecia, España, Italia y Portugal, con las Islas Jónicas griegas liderando la sangría con una disminución del 9,12 %; mientras que las mayores ganancias (superiores al 5%) serán para en Alemania, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Países Bajos. Suecia y especialmente para el Reino Unido, donde el turismo en Gales Occidental crecerá un 15,93 %.

Una joven se abanica en plena calle, en esta ola de calor. ERIK PRADAS


En España, la Comunitat Valenciana será la tercera peor parada con una caída de las pernoctaciones del 1,7 % en el caso de un aumento de la temperatura media de 3 ºC y del 3,2 % si el calentamiento llega a los 4 ºC. Illes Balears, con unas pérdidas entre un 4,8 % y un 8,2 %, y Murcia con entre un 3,7 % y un 6,8 %, serán las más perjudicadas.

Es decir, que en un territorio que según la Generalitat se espera que este año alcance 30 millones de turistas internacionales y nacionales, un aumento del calentamiento podría hacer disminuir este flujo entre medio millón y casi un millón de visitantes si la temperatura aumenta entre 3 y 4 grados, con el consiguiente impacto en una economía como la valenciana donde alrededor del 16 % de su PIB depende del turismo, un sector que genera además 189.000 puestos de trabajo directos.

“Hay que empezar a tomarse en serio el cambio climático”

Para el Catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina, uno de los principales expertos en el impacto de la crisis climática en la Comunitat Valenciana, este nuevo informe de Bruselas viene a demostrar que “hay que empezar a tomarse en serio el cambio climático”. “No se trata de un tema de alarmismo, de que todo está perdido, de que la economía turística valenciana se va a ir al traste, ni mucho menos… Lo que sí que es, es una llamada de atención porque si que se están notando flujos de turistas que se están yendo al norte de España, incluso turistas nacionales que venían al Mediterráneo, para evitar el calor, se están yendo al Cantábrico”, apunta el geógrafo.

En este sentido, el estudio de la Comisión Europea señala que mientras que el triángulo de oro del turismo de sol y playa del Mediterráneo que forman la Comunitat Valenciana, Illes Balears y Murcia, será el más perjudicado en España por el calentamiento global, la costa atlántica que va desde Galicia al País Vasco atraerá entre un 2 % y un 7 % más de turistas.

Ante este panorama, según Olcina, “lo que hay que hacer es tomar consciencia de que el cambio climático es una evidencia comprobada científicamente y comenzar a preparar la adaptación del sector turístico a esta realidad”. Tanto la Administración como el sector turístico, añade el investigador de la UA, “tienen que ir de la mano para ir desarrollando medidas de planificación urbana sostenible y medidas de eficiencia energética y de gestión sostenible del agua en las instalaciones turísticas”.

Ola de calor en Castellón, con personas caminando bajo un calor sofocante GABRIEL UTIEL BLANCO


Adaptar el sector turístico a la realidad climática

“Hay que empezar a trabajar en la adaptación del sector turístico. Tanto las principales ciudades turísticas valencianas y ,fundamentalmente, los destinos del llamado turismo de sol y playa deben empezar a adecuarse a la nueva realidad climática, diseñando espacios abiertos en las calles, que sean verdes y con agua”, detalla Olcina.

El objetivo de esta renaturalización del espacio público, prosigue el profesor, “debe ser intentar mejorar la pérdida de confort térmico que estamos registrando por la subida de temperaturas”. Además, el geógrafo añade que que “por supuesto, hay que conseguir edificios energéticamente eficientes, bien aclimatados”. “Todo lo que se pueda hacer para minorar el impacto del cambio climático es bienvenido”, insiste.

Para Olcina, “la empresa turística, tanto hoteles como apartamentos, debe empezar a adaptarse a esta nueva realidad climática introduciendo medidas de eficacia energética y ahorro de agua en sus instalaciones”.

Benidorm, el primero en aprobar un plan de adaptación

En este sentido, el catedrático pone como ejemplo a Benidorm, “quizás el municipio más importante turistícamente del litoral mediterráneo español y que desde hace años está trabajando de esta cuestión y ha sido el primero en la Comunitat Valeniciana en aprobar un plan de adaptación al cambio climático que planifica más de 80 medidas a desarrollar en los próximos años para adaptarnos al cambio climático en el sector turístico”.

Este plan incluye entre sus 80 medidas la renaturalización de los espacios de esta ciudad de la Marina Baixa, generando espacios de sombra con especies vegetales mediterráneas y con fuentes y surtidores de agua que permitan crear refugios climáticos urbanos.

Además, subraya Olcina, “sobre todo hay que desarrollar la ley valenciana de cambio climático y los municipios deben empezar a elaborar sus planes de adaptación al calentamiento global”. “Hay mucho trabajo por hacer en estos próximos años, y por ello hay que ponerse manos a la obra cuanto antes mejor para implementar las medidas con tiempo. El cambio climático no tiene porque suponer disminución de actividad turística ni de ingresos económicos, pero hay que empezar a trabajar desde ya”, concluye.