La última aparición pública de Yurena fue a principios de años en ‘Sálvame Diario’, donde anunciaba que dejaba Madrid para instalarse en su pueblo natal, Santurce, para cuidar de su padre. La artista, que no ha vuelto a ser la misma desde el fallecimiento de su madre, dejaba todo por estar al lado del otro pilar fundamental de su vida. Eso sí, dejaba claro que seguiría viniendo a la capital a seguir con sus compromisos laborales.

Este miércoles, ‘Así es la vida’ contaba con una invitada muy especial, Loly Álvarez, la que fuera amiga de Yurena hace años al pertenecer al mismo ‘grupo’ de artistas. Sin embargo, en el plató aseguraba que no tenía ningún tipo de contacto con ella ni con los demás integrantes.

Horas más tarde, Europa Press cubría el cumpleaños de Álex Álvarez en el Bingo de las Vegas y allí nos encontrábamos con Yurena, a quien no dudábamos en preguntar por las declaraciones que Loly había hecho en ‘Así es la vida’ y lo cierto es que no quiso ni oír hablar de ella: «No la conozco, no sé quién es, no tengo ni idea. Lo siento».

Por otro lado, Yurena hizo un balance de su vida y nos reconoció que lo que más le ha dolido en su carrera profesional es cómo trataron a su madre: «Qué poca vergüenza cómo tratar a una simple madre coraje que realmente lo fue, lo dejó todo por venirse a Madrid conmigo, dejó su casa, a su familia, a mi padre que se quedó allí porque estaba trabajando, en Bilbao qué le hicieron solo porque estaban masacrando diariamente en todas partes, lo único que hizo es defenderme como cualquier buena madre haría».

Yurena tiene ese dolor guardando en lo más profundo de su ser porque «la despedazaron, eso es lo que más me duele, no lo que se haya hecho conmigo, lo que se hizo con la mejor madre del mundo y con una persona que tenía un corazón que no le cabía en el pecho».

Su dura infancia

Cuando la preguntábamos por su infancia la artista aseguraba que fue muy dura porque «desde los 13 años, era obesa y sufrí bullying. He estado toda mi vida a dieta, llevaba gafas era de todo. Horrible. Para mí ir al colegio suponía una tortura porque sabía lo que me esperaba cada día, era horrible«.

Yurena se emociona al recordar lo mal que lo pasó y cómo lo vivió en silencio: «Llegaba a mi casa y a pesar de que creo que todo el mundo sabe que mi angelito, mi mamá, yo tenía una confianza con ella absoluta… es cierto, siempre la tuve, pero no esa época yo no se lo contaba«.

A pesar de todo, la cantante nos confesaba que «desde niña tenía muy claro que quería ser artista, esto es un tópico o lo parece, pero es real» ya que «cuando alguien dice eso lo tiene que tener muy claro» y ella lo tuvo porque «empecé en el año 90 a cantar, 33 años. La edad de cristo, un buen número».