Los negociadores del PSOE se dieron unos días de descanso a finales de la semana pasada. Una vez lograda la elección de la socialista Francina Armengol al frente del Congreso, gracias a una mayoría de 178 diputados que es la que Pedro Sánchez quiere repetir en su futuro intento de reelección, estaban exultantes, pero consideraron que se merecían un respiro tras varias jornadas de vértigo. El lunes, el equipo designado por el presidente del Gobierno en funciones (dirigido por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la titular de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán) volvió a activarse, profundizando en una negociación en paralelo con varios partidos que discurre ajena a la decisión del Rey de nombrar como primer candidato a Alberto Núñez Feijóo.

El líder del PP, cuyo intento de llegar a la Moncloa está abocado al fracaso porque solo cuenta con 172 votos a favor (los de su partido, Vox, UPN y Coalición Canaria), se someterá al debate el 26 y 27 de septiembre, según lo anunciado este miércoles por Armengol. La presidenta de la Cámara baja concede así tiempo a Feijóo, tal y como él había pedido, pero los socialistas no se quedarán de brazos cruzados hasta entonces. Tienen tres meses para sellar un pacto, porque la convocatoria para la repetición electoral no tendría lugar hasta finales de noviembre, con los comicios celebrándose el 14 de enero. 

Los socialistas no se quedarán de brazos cruzados hasta que se consume el «fracaso» de Feijóo en el Congreso a finales de septiembre




Es una posibilidad que los colaboradores de Sánchez contemplan. “No sabemos cómo va a terminar esta negociación”, insisten. Pero consideran que una nueva llamada a las urnas no es el escenario más probable. De momento, ya han llamado al PNV para empezar a hablar. Con ERC y Junts han retomado las conversaciones, iniciadas para el acuerdo del Congreso, y los puentes se plasmarán el viernes en un nuevo guiño a los independentistas catalanes: el PSOE y Sumar, a través de la cesión de diputados, permitirán que ambas formaciones tengan grupo parlamentario propio, pese a no cumplir con todos los requisitos para ello. No sería la primera vez: el PP también ha abierto la mano en casos similares. 

“Nosotros vamos a continuar negociando, independientemente de lo que haga Feijóo, que solo busca la repetición electoral y salvar su liderazgo en el PP. Pero todo este mes, hasta su investidura ‘fake’, se le va a hacer muy largo”, argumentan en la dirección del PSOE, un día después de que Sánchez trasladara al Rey su confianza en lograr la reelección. “Puede articularse claramente una mayoría parlamentaria en torno al PSOE”, dijo el presidente del Gobierno en funciones. 

Ahora viene lo más difícil: negociaciones en paralelo con ERC, Junts, EH Bildu, el PNV y el BNG para que apoyen la futura investidura de Sánchez. Sobre todo, por la parte del independentismo catalán, que insiste en pedir una amnistía sobre el procés independentista de 2017. El propio líder socialista no descartó durante su comparecencia del martes a una medida de este tipo, aunque sin aclarar si se trataría en sentido estricto de una amnistía cuya constitucionalidad suscita dudas. “Puedo manifestar coherencia con lo que hemos venido haciendo: el diálogo es el método y la Constitución el marco”, dijo. Ya hay especialistas jurídicos del PSOE, como avanzó El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, la semana pasada, explorando posibles fórmulas. 

La «parálisis» que provoca el PP

Pero de momento el foco está sobre Feijóo como candidato, con los dirigentes del PSOE señalando que respetan la decisión de Felipe VI de nombrarlo (al fin y al cabo encabezó la lista más votada y ha insistido en que quiere someterse a este amargo trago) y al mismo tiempo criticando que el líder del PP se presente a una investidura que terminará a finales de septiembre con un sonoro portazo por parte de la mayoría del Congreso. A las cinco de la tarde de este miércoles, menos de 24 horas después de que el jefe del Estado designara al dirigente gallego, el PNV rechazaba por tercera vez en un mes negociar con los populares. «Las posiciones ya están fijadas», dijo su portavoz en la Cámara baja, Aitor Esteban.

Los socialistas insistirán en las próximas semanas en que el intento del dirigente gallego solo sirve, en el fondo, para profundizar en la “parálisis política” en España, ya que su tentativa de ser elegido retrasará la única alternativa posible, que encarna Sánchez. “Será una nueva derrota de Feijóo tras el de las elecciones o la votación de la Mesa del Congreso. Él mismo sabe que no va a sacarla adelante. Solo busca tapar su verdadero objetivo: la repetición electoral”, señaló el portavoz parlamentario, Patxi López, en la Ser. “La investidura es un gesto de supervivencia interno de Feijóo”, insistió la ministra de Educación, Pilar Alegría.