El fuego también se combate desde la retaguardia. Un ejemplo lo representa el despliegue que viene realizando la Asociación de Cocineros y Reposteros de Canarias (Acyre), en colaboración con la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), ya sea avituallando a los efectivos contraincendios desplegados en los distintos frentes, como también alimentando a todas aquellas personas que han sido evacuadas y desplazadas de sus hogares por causa de las llamas.
El presidente de Acyre, el cocinero y asesor gastronómico Pablo Pastor, se ha arremangado literalmente desde el comienzo de la tragedia y ataviado con su delantal ha ejercido, aportando su experiencia, como un auténtico jefe de partida. «A través de Ashotel nos hemos puesto en contacto con los cocineros de distintas cadenas hoteleras de la Isla y la respuesta ha sido sencillamente sensacional». Los chefs y sus equipos han estado avivando sus fogones de manera solidaria, con la mejor de las predisposiciones, al tiempo que mantenían la pauta de trabajo habitual, atendiendo a la clientela de sus establecimientos.
Siempre en estrecha coordinación con el Gobierno de Canarias, Pastor explica que el propósito de este operativo no es otro que conseguir algo tan básico y al mismo tiempo vital como es el hecho de «dar de comer a la gente», más allá de cualquier ínfula gastronómica. En este sentido, cada hotel ha estado sirviendo al campamento base un total de 200 raciones de comida diarias –destinadas a las personas desplazadas–, compuestas por platos contundentes, tales como carnes, verduras, todo tipo de estofados, arroz, legumbres, granos, etc., además de frutas, leche y agua, así como también una atención específica para cubrir cualquier caso que se presenta de intolerancia alimenticia.
Además, esta logística de urgencia incluye el perfecto envasado y etiquetado de los alimentos, así como su rápido transporte a los puntos específicos de distribución, tareas que han contado con el inestimable apoyo de empresas de particulares y organizaciones sin ánimo de lucro «que se han desvivido por echar una mano», subraya Pablo Pastor.
Desde la vertiente norte, siguiendo la ruta de la dorsal, Juan Carlos Clemente, vicepresidente de Acyre, también un experimentado cocinero y destacado asesor gastronómico, vive este pavoroso panorama a escasos pasos de la primera línea de fuego. Desde su puesto base, ubicado en el municipio de La Orotava, supervisa a diario la preparación de desayunos, almuerzos y cenas destinados a todas aquellas personas que están implicadas en el operativo contraincendios, y lo hace acompañado por un nutrido y entusiasta grupo de voluntarios.
Los especialistas establecen en alrededor de unas 4.500 kilocalorías al día la media de desgaste energético que puede llegar a sufrir un bombero forestal en primera línea de fuego, durante el desarrollo de una jornada y expuesto a situaciones extremas, como las que se están viviendo en la Isla.
A propósito, Clemente subraya que este grupo de héroes demanda «comida fresca» y, en este sentido, el cocinero se ha centrado en ofrecerles un menú energético, pero muy nutritivo, es decir, con alta densidad calórica, como es el caso de ensaladas de quinoa con higos pasados y hierbas aromáticas –hortelana y cilantro–, también una buena provisión de frutos secos como dátiles, higos, pasas o anacardos, complementados con arroz, pasta, verduras y frutas.
Entre las sorpresas del fuera de carta, Clemente prepara para los brigadas forestales un refrescante salmorejo y unos batidos de gofio con plátano y galleta que recuerdan al tiempo de las abuelas. Además, esta solidaridad alimentaria se nutre de distintas empresas de cátering que también aportan su esfuerzo y lo hacen con gusto.
Juan Carlos Clemente prepara un menú con salmorejo y un batido de gofio más plátano y galletas
Por su parte, Cruz Roja y Protección Civil, desde su centro logístico, se encargan de hacer llegar todo este aporte alimenticio y también emocional a los bomberos y, además de las comidas, se encargan de avituallar de manera constante a estas unidades con agua, bebidas isotónicas y jugos.
El resultado: un buen sabor de boca y un inconfundible aroma a humanidad que queda para siempre en la despensa del alma.
Alimentando los bulos
«No les llevan ni comida». Es la frase que acompaña a un vídeo que ha estado circulando en redes sociales a propósito del avituallamiento a los efectivos contraincendios. Un bulo más. Desde el Consorcio de Bomberos de Tenerife aseguran que su personal está provisto de «lo necesario» y señalan que, de manera puntual, ha habido algún retraso por el cambio de ubicación de algunas brigadas que no pudieron recibir el habitual avituallamiento debido a inconvenientes derivados de la evolución del fuego. Un comunicado del sindicato UGT también desmiente la falsa noticia, afirmando que la provisión de comida a los efectivos «es de gran calidad, con aportes energéticos altos en proteína, hidratos de carbono y sales minerales».