El Gobierno de Canarias ha dado este jueves por estabilizado el incendio forestal de Tenerife tras nueve días de trabajo, con más de 14.700 hectáreas quemadas -puede haber reajuste a la baja en los próximos días- y un perímetro de 90 kilómetros a lo largo de doce municipios entre Fasnia y Los Realejos.
Así lo ha avanzado en rueda de prensa el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, quien ha indicado que ya no quedan personas evacuadas -solo está desalojada el área de Las Lagunetas que pertenece a El Sauzal y la parte de Izaña correspondiente a La Orotava-.
El presidente ha señalado también que sigue habiendo mucho calor en la isla y por tanto se esperan «pequeñas reactivaciones» a lo largo del perímetro pero hay medios terrestres y aéreos suficientes para intervenir y actuar con «contundencia».
Ha pedido «prudencia» porque llega el fin de semana y puede existir la tentación de subir al monte, pero aún habrá varios días y semanas de trabajos de extinción, y espera que se pueda dar el «golpe definitivo» y pasar a fase de control y por tanto, bajada a nivel 1 para que la gestión quede en manos del Cabildo.
Clavijo ha destacado el «comportamiento ejemplar» de la ciudadanía, que ha colaborado con los servicios de emergencia y ha sido respetuosa con las indicaciones de los técnicos, y ha agradecido la implicación del Gobierno central con el envío de medios aéreos y terrestres.
Además, ha tildado de «inmejorable» el trabajo de los servicios de extinción, que ha personalizado en Pedro Martínez, jefe del Servicio Forestal del Cabildo de Tenerife, y Monserrat Román, jefa del servicio de Emergencias de la comunidad autónoma. «Gracias por prestarse a dar la cara, han ido más allá de su responsabilidad», ha agregado.
Clavijo ha admitido que «se ha sacrificado el monte por la seguridad de las personas» y ha avanzado que en breve empezará el trabajo para cuantificar los daños ambientales y económicos.
El presidente ha reconocido que la declaración de ‘zona catastrófica’ va a ayudar para fijar ayudas y algunas exenciones fiscales para los afectados pero entiende que también «debe ir acompañado de partidas presupuestarias» para garantizar la regeneración ambiental.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, ha destacado la «enorme complejidad» del incendio pues se han tardado nueve días en darse por estabilizado y entiende que «será estudiado durante mucho tiempo» por su «gravedad.
Ha insistido en que no está controlado y habrá reactivaciones de ‘puntos calientes’ pero también habrá medidas más flexibles como la apertura de los accesos al Teide por el sur, al parador y el teleférico, si bien siguen cerradas las subidas de Los Loros, La Orotava y La Esperanza.
Además se va a iniciar una desescalada en el número de efectivos y en los medios aéreos, de tal manera que este viernes habrá casi 200 personas en el dispositivo y ya no habrá servicio de dos hidroaviones ni un avión de carga de tierra.
Potencial para afectar a 15.000 viviendas
Dávila ha señalado que el incendio podía haber llegado hasta unas 33.000 hectáreas y habría afectado hasta 15.000 viviendas si no se hubiese actuado «rápido», subrayando que no ha habido muertes ni pérdida de viviendas.
Pedro Martínez ha indicado que el incendio ya «no crece» aunque sus límites pueden ser sobrepasados «puntualmente», especialmente en barrancos y lomos y ha reconocido que hay que empezar a «suavizar los turnos de personal» porque en la fase de emergencia no se descansa -«hay mucha adrenalina»- hasta el punto de que ha habido tres accidentes de coche sin grandes consecuencias «porque la gente está dormida».
Ha asumido que puede que «lleve mucho tiempo» el control del incendio porque «el perímetro es muy largo» y ha destacado la función del monteverde que ha ayudado a «bajar intensidad al fuego» cuando llegaba desde las zonas de pinar.
Román ha destacado que durante los nueve días de emergencia asociados al incendio se llegó a evacuar a unas 13.000 personas y más de 400 animales de compañía y ya no quedan personas evacuadas ni albergues temporales.
Ha apuntado también que se ultiman los trabajos en el canal de Aguamansa y que hay una pequeña afección eléctrica que solo afecta a segundas residencias, al tiempo que ha valorado la mejora en la calidad del aire, siendo aún desfavorable, especialmente en La Orotava y Los Realejos.