El megacontrato que se acaba de adjudicar la fábrica de armas de Trubia para hacer 394 nuevos blindados ayudará a anclar los actuales niveles de empleo de la planta carbayona durante los próximos doce años. En las instalaciones fabriles que Santa Bárbara Sistemas tiene en la villa cañonera trabajan ahora mismo más de 500 personas de forma directa, a los que hay que sumar otros 80 de subcontratas, lo que eleva la nómina de la factoría a unas 600 personas. Esta nueva carga de trabajo vendrá a compensar el fin de algunos de las tareas que tenía entre manos la factoría, como los blindados que estaba haciendo para Filipinas; los «castores» para el Ejército de Tierra; y los «Ajax» para Gran Bretaña y que habían nutrido de actividad a la planta ovetense estos últimos años. Ahora, el encargo es que fabrique 394 blindados que serán bautizados como vehículos de acompañamiento al combatiente (VAC) y que tendrán un coste de casi dos mil millones. Se estima que la fábrica trubieca pueda ponerse manos a la obra con este encargo en, más o menos, el plazo de un año.
El Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo coincidieron en resaltar que este contrato, que autorizó el martes el Consejo de Ministros, es «una gran noticia» tanto para el municipio carbayón como para el resto de la región, por el efecto de arrastre que tendrá sobre el resto de la industria regional. El Principado puntualizó, por ejemplo, que este contrato asegurará la carga de trabajo en la factoría hasta 2037. Es decir, durante los próximos catorce años. El Ejecutivo que preside Adrián Barbón considera que «la decisión del Consejo de Ministros es muy buena noticia tanto para la factoría como para la industria asturiana en general». También recuerdan que, desde el Principado, se había promovido la formación de un clúster de empresas ligadas a la industria de la defensa, en la que participan casi cuarenta compañías, entre las que se incluyen Santa Bárbara Sistemas y Expal, también en Trubia y ahora en manos de Rheinmetall.
A juicio del Principado, «la industria de defensa se distingue por su elevada exigencia de calidad e innovación técnica. La construcción de los 294 blindados VAC no solo consolida la actividad y el empleo en la planta de Trubia, sino que tendrá un efecto tractor sobre toda la actividad industrial en Asturias».
Una valoración igual de positiva hizo el alcalde carbayón, Alfredo Canteli, que aseguró que «estamos ante una gran noticia para Oviedo y para Asturias porque garantiza por años la continuidad de una empresa histórica y esencial para nuestro municipio y nuestra comunidad». También puso de relieve el importante efecto tractor que tiene la factoría ovetense. «La industria de defensa es un importante motor de innovación que ya está generando grandes frutos en el Principado. Y este contrato para construir los blindados VAC no sólo favorece la continuidad de la actividad y el empleo en la Fábrica de Armas de Trubia, sino que también va a suponer un efecto muy positivo, en particular, para todas las empresas integradas en el clúster de defensa y, en general, para toda la industria asturiana».
Aunque el Consejo de Ministros haya autorizado el contrato de suministro, ahora Defensa tiene que firmar el convenio con las compañías que se van a encargar del diseño y de la posterior fabricación de estos blindados. Las cuatro empresas implicadas (Indra, Santa Bárbara, Sapa y Escribano) están agrupadas bajo el consorcio de Tess Defence, que son las que se han adjudicado los trabajos. Una vez firmado el contrato, lo siguiente será hacer el diseño definitivo del vehículo, se tomará como base el conocido como Pizarro que desde hace décadas se fabrica en la fábrica de armas de Trubia. Con lo que solo habrá que hacer unas pequeñas modificaciones. En general, el vehículo pesará entre 38 y 42 toneladas y contará con novedosos avances tecnológicos, como conectividad 5G; mantenimiento predictivo; protección contra minas; y tendrá como objetivo acompañar a los vehículos de combate de caballería e infantería.
También la plantilla acogió la firma del nuevo contrato con alegría. Óscar Menéndez, presidente del comité de empresa de Santa Bárbara, asegura que «teníamos confianza en que se produjera esta adjudicación, es una buena gestión del área comercial de la compañía, pero los trabajadores también hemos tenido mucho que ver, estamos muy comprometidos con la fábrica y haciendo un trabajo de gran calidad». Los empleados aseguran que, de puertas hacia adentro, se está viviendo una importante actividad fabril en la planta trubieca. «No sé si en alguna ocasión hubo tanta carga de trabajo, lo que es seguro es que los que estamos aquí no habíamos conocido tanta actividad. Estamos en un momento muy dulce», señala.
A la vista de la buena marcha de la compañía, los trabajadores le han pedido a la dirección que haga un esfuerzo y que engorde su plantilla para hacer frente a la creciente carga de trabajo. «Mientras que se sigan solapando pedidos lo normal es que se tenga que contratar más personal», aseguró Menéndez. El comité de empresa tiene convocadas varias movilizaciones para el mes de septiembre (parará durante ocho horas de todos los martes) para exigir mejoras en los sueldos.
Estos nuevos VAC están llamados a sustituir la flota de vehículos de Transporte Oruga Acorazado (TOA) que se habían ido quedando obsoletos y que son los que prestan respaldo en las misiones operativas y logísticas del Ejército de Tierra. El ministerio de Defensa apuntó hace unos días que quiere que estos nuevos blindados puedan adaptarse a diferentes desafíos sobre el terreno en el campo de batalla.