Madrid


23/08/2023 a las 23:17

CEST


El español se mostró con ilusión pese a quedarse sin medallas

Llegó a ir último al toque de campana, pero remontó hasta quedar sexto

El español Mario García Romo, sexto en la final de 1.500 metros que se adjudicó el británico Josh Kerr ante el favoritismo del noruego Jakob Ingebrigtsen, declaró que el resultado, lejos de desanimarle, le hace tener más ilusión para «seguir trabajando; porque de esta forma un año caerá el oro, seguro».

García Romo, único español en la final, protagonizó una buena remontada en la última vuelta. Llegó a ser último al toque de campana y, confiado en sí mismo, fue de menos a más y escaló hasta la sexta posición para concluir con 3:30.26, a sólo una centésima de los 3:30.25 de su amigo y compañero de entrenamientos en Boulder (Colorado), el estadounidense Yared Nuguse, que fue quinto.

«La carrera la he vivido muy físicamente. Me he pegado mucho las primeras dos vueltas, mucho más de lo que quería, he puesto todo lo que tenía y he apostado por la medalla pese a ir de los últimos al toque de campana«, dijo García Romo al término de la prueba en el Centro Nacional de Atletismo.

«Tengo que valorar lo que he trabajado esta temporada. Hoy no ha salido pero mañana va a salir. Voy a seguir trabajando con las mismas ganas o incluso más. En 2024 espera un año muy bonito y espero luchar por las medallas», confesó el salmantino, muy confiado en sus posibilidades para el futuro.

«Si me doy oportunidades cada año, un año va a caer. Se ha visto que Josh Kerr fue quinto en el último Mundial y hoy ha ganado. Es la lección que tengo que llevarme. Un año va a caer la medalla de oro seguro y es la mentalidad con la que voy a seguir trabajando y soñando. Hoy, si hubiera estado en el grupo, hubiera podido luchar más por la medalla de oro pero hay que tomar decisiones y hoy quizá no las he tomado; o quizá la suerte no haya estado de mi lado. Aún así, no hay que poner excusas», concluyó.