En el verano de 2020, cuando la pandemia golpeaba España, los Reyes vivían un mes de agosto atípico, como casi todos los españoles, pasando unos días de descanso en Mallorca. La Familia Real se trasladó al barrio palmesano de Son Roca para tomar el pulso a una de las zonas más humildes de la isla. Allí se produjo una de las anécdotas más comentadas desde que los Reyes llegaron al trono en 2014: una niña le preguntó a la Princesa de Asturias qué quería ser de mayor. Sin embargo, no fue la hija mayor de los Reyes, que por aquel entonces tenía 14 años, la que contestó a la pregunta, sino que su madre, Letizia, intercedió rápidamente y respondió: «Lo que quiere no, lo que debe ser».

Así la Reina evitó que la Princesa se enfrentara a esa pregunta e hizo referencia a un destino que como Heredera de la Corona española ya está escrito. De hecho, recientemente se ha dado un gran paso en el que va a ser, para los próximos tres años, el futuro de la Princesa, que ha comenzado ya su formación militar. Una formación en la que, en cada uno de los tres años, pasará por las tres academias del Ejército: Tierra, Mar y Aire

Pero Leonor no va a hacer esto sola, tiene una tutora que la acompañará en cada momento. La elegida para guiar los pasos de la Princesa es Margarita Pardo de Santayana, hija del exjefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Alfonso Pardo de Santayana, que está destinada en el Cuarto Militar del Rey. 

Y es que la elegida para ser la mentora de Leonor en el ámbito de la formación militar es una de las mujeres con más reconocimiento dentro del cuerpo. Margarita Pardo de Santayana logró convertirse en la primera mujer en asumir el cargo de la Jefatura de un Batallón de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra. Ingresó en la Academia Militar de Zaragoza en el año 1993 y, tras su paso como Alférez de Artillería por la Academia del Arma de Segovia, salió en julio de 1998 con el grado de Teniente. Ya en el año 2001, alcanzó el cargo de capitán y, apenas ocho años más tarde, el de comandante.

Su pasión por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado le viene de familia, aunque el hecho de ser de las pocas mujeres dentro del Ejército le hizo plantearse en su día si el futuro que siempre deseó era el que realmente quería. Por ello, quizá sea la importancia de la presencia de las mujeres en la Armada una de las lecciones que le pueda enseñar a Leonor, quien se convertirá en la primera mujer con el mando supremo de las Fuerzas Armadas.

[Del curioso bolígrafo que usa, al detalle de los apellidos y las nuevas amistades: lo que no se vio de Leonor en Zaragoza]

Ha pasado por multitud de países por motivo de las misiones a las que ha sido enviada. Afganistán o Mali son dos de los destinos a los que se ha enfrentado la madrileña a lo largo de su carrera. En el último, tuvo vital importancia su trabajo formando al Ejercito local de la zona, una acción muy diferente a la que desarrolló junto a su equipo en otras zonas como Afganistán, donde la conflictividad marcaba el orden del día. 

Pero si una cosa destaca de ella es la naturalidad con la que compagina su trabajo como madre de cinco hijos con las misiones a las que es enviada. Y es que, de hecho, su amor por el Ejército también continúa en su propia línea de sucesión. Su hija, María Pardo de Santayana, es cadete de segundo curso en la Academia General Militar.

Cuando Margarita mostró su deseo de entrar en el Cuerpo, su padre, Alfonso Pardo de Santayana, le mostró su preocupación por el futuro al que se enfrentaría, teniendo como referencia su propia trayectoria. A pesar de ello, Margarita no se lo pensó dos veces y entró en en la Armada al igual que hizo su hermano, Alfonso Pardo de Santayana Galbís, que el pasado marzo fue nombrado nuevo general de la Brilat, la Brigada Galicia VII. 


El general Alfonso Pardo de Santayana Galbis, el hermano de Margarita.

BRILAT

Pero las raíces vinculadas al Ejército no le vienen únicamente a Margarita de su padre, quien durante sus 53 años en activo llegó a recibir hasta cinco condecoraciones y participó, además, en algunas misiones como la del incidente de la isla de Perejil, el conflicto armado que involucró a España y Marruecos entre el 11 y el 20 de julio de 2002. Su pasión por la Armada procede también del pasado de su madre, Concepción Galbis, descendiente directa del General Galbis, el que fuera fundador de la primera época de esa Academia General Militar. 

Por ello, su propia experiencia y las enseñanzas de su progenitor son las dos piezas clave para aleccionar a la heredera al trono en lo relativo a la formación militar. Y es que, Leonor será, si todo se lo permite, Reina de España cuando llegue el momento. Su preparación, como comentó Jaime Alfonsín jefe de la Casa del Rey a un grupo de periodistas en una ocasión, es una cuestión de Estado. En junio de 2027, si se cumplen las fechas establecidas, la Princesa de Asturias recibirá el despacho de teniente de los ejércitos de Tierra y Aire y el de alférez de navío de la Armada.

Cuando llegue el momento, la heredera también será jefa del Estado, firmará las leyes sin ser juez, no es diplomática, pero dará las cartas credenciales a los embajadores que llegan a nuestro país, será presidenta de honor del Instituto Cervantes, patrona de honor del Museo Del Prado, pero por delante de todo lo demás, será militar, como lo es su padre, Felipe VI y lo es su abuelo, Juan Carlos. 

La Princesa Leonor durante un acto.


La Princesa Leonor durante un acto.

Europa Press

La Monarquía y el Ejercito han ido de la mano a lo largo de la historia. Y en la actual democracia el artículo 62 de la Constitución otorga al jefe del Estado el mando superior de las Fuerzas Armadas y la Ley de la Carrera Militar, de 2007, le da en exclusiva el cargo de capitán general de los tres ejércitos. Cuando termine, Leonor vestirá el uniforme de capitana general en los actos protocolarios.

Dentro de la institución de la Corona trabajan muchas personas que eligieron en su día la carrera castrense. Si en Zarzuela hay unas 450 personas, se puede decir que más de la mitad son militares. No solo en la parte que se refiere al Rey. El secretario de la Reina su mano— es José Manuel Zuleta y Alejandro, general de división con una gran tradición familiar dentro del ejército. Pero es que, hasta la estilista, Eva Fernández es hija y hermana de militares. Así que la Princesa siempre ha tenido cerca, desde niña, «este modo de vida», nos cuenta una persona cercana al equipo de Felipe VI. 

La razón por la que la joven está haciendo su formación militar antes que la académica tiene que ver con varias cosas. La primera es el deseo de su padre, la segunda, el papel fundamental que el Ejército tendrá dentro de la vida de Leonor y, por último, la importancia que sus padres otorgan a virtudes castrenses como la disciplina, el rigor o el esfuerzo.

La princesa Leonor de Borbón, heredera al trono de España.


La princesa Leonor de Borbón, heredera al trono de España.

Europa Press

Cuando culmine su paso por las tres academias militares, allá por el 2026, es seguro que la Princesa estudiará una carrera universitaria. Hay que tener en cuenta que su padre es el primer Rey en la historia de España con estudios de grado superior. Hizo Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid y después realizó un Máster de Relaciones Internacionales en Georgetown, Washington. 

Desde que se conoció la noticia, muchos han sido los que han comentado que, entre la realeza europea, es común realizar alguna formación militar. Desde Guillermo de Inglaterra hasta Amelia de Holanda, la mayoría de los herederos del continente pasaron parte de sus años formativos en el cuartel de sus respectivos ejércitos nacionales.

«Sí, es verdad, pero ninguno de forma tan exhaustiva y durante tanto tiempo. La Princesa de Asturias va a pasar tres años entre las tres academias. Es que no se trata de que ella conozca a los militares, que eso ya lo hace en casa, sino de que sea uno de ellos. Saldrá de su formación como número uno de las tres formaciones en el año 2027 de las academias del Ejercito de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio. Y tendrá que ascender al ritmo en que ellos lo hagan, generando vínculos de afecto y complicidad con sus compañeros de armas. El Rey sigue teniendo sus amigos de aquella época y sigue asistiendo como uno más a la comida anual de camaradería que celebran los integrantes de su promoción», nos cuenta la misma persona.

«No habrá distinciones hacia ella, salvo por las veces que tenga que ausentarse a causa de sus funciones como heredera»

El itinerario que está haciendo la Princesa de Asturias es el mismo que hizo Felipe VI durante su formación militar: un año en la Academia General Militar de Zaragoza (AGM), otro en la Escuela Naval de Marín y otro en la Academia del Aire de San Javier. 

En su primera parada en la capital aragonesa, Leonor va a realizar en un curso lo que el resto de los cadetes suelen hacer en dos. Recibirá adiestramiento en asignaturas como Formación Militar, Táctica y Logística, Sistemas de Armas, Defensa NRBQ, Topografía. Liderazgo, Derecho e Historia del Ejército. Pero, además, ya está descubriendo los rigores de la vida en un cuartel, con salidas al campo y maniobras. El trabajo en equipo y la confianza en sus nuevos compañeros se presumen claves para que la heredera saque provecho de las noches de guardia. 

«No habrá distinciones hacia ella, salvo por las veces que tenga que ausentarse a causa de sus funciones como heredera. Pero los Reyes hablan de esta formación como de la académica, es decir, solo faltará cuando sea estrictamente necesario. Ahora mismo su formación es lo más importante para ellos», asegura a este periódico la misma fuente.

La Casa Real ya ha comenzado a difundir imágenes de la heredera. Con semblante adusto y el pelo recogido, la cadete Borbón Ortiz aparece formando, tomando apuntes en su clase o recibiendo el equipamiento. Según reza el comunicado emitido por la Monarquía, el objetivo de la Academia General Militar «es conseguir oficiales dotados de una excelente formación técnica, una esmerada preparación física y una sólida base moral, acreditada por la práctica de las virtudes que siempre han caracterizado a la institución militar y que tienen su reflejo en su Decálogo del Cadete.»

El día de la Princesa comenzará hacia las 6:30 de la mañana, momento en el que se despierta a los cadetes con un toque de diana. Después de recoger y asearse, desayuna junto a sus compañeros y, a eso de las 7:45, comienza unas clases que se extienden hasta pasadas las 14 de la tarde. Para comer, como el resto de cadetes, acude al comedor, donde disfruta del mismo menú que el resto. 

Por la tarde, la Princesa puede estudiar o dedicarse a otras actividades extracurriculares. La cena se produce a las 20:00 y, dos horas después, tiene que estar presente en su habitación para el control nocturno. A las 23:00 se da el toque de silencio.

Esta es la rutina de Leonor de lunes a jueves. Solamente los fines de semana tiene permitido salir de la Academia, aunque goza de un permiso especial para ausentarse dadas sus obligaciones como heredera. De todas maneras, por las tardes, además de las actividades, también cuenta con un intervalo de tiempo libre que puede emplear fuera de los muros de la AGM.

La segunda parada de la hija mayor de Felipe VI en su carrera militar tendrá lugar en el curso 2024-2025 y será en Galicia, en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, dónde entrará directamente con los cadetes que están realizando el tercer curso de los cinco que se imparten allí. Tendrá que aprender a tomar decisiones en el medio naval; a trabajar en equipo en cualquier situación difícil en alta mar y a adaptase a la vida dentro del espacio reducido de una nave. 

«Además, como guardiamarina hará la travesía con el buque escuela Juan Sebastián Elcano, aunque no va a poder hacerla entera ya que sus deberes como heredera le impedirán poder terminarla. Y con la Fuerza Aérea pasará el curso siguiente. Será en San Javier, en Murcia, y entre otras cosas tendrá que aprender a pilotar naves de combate. Recibirá clases, hará horas de vuelo en el avión T-35 Pillán y en el nuevo PC-21 Pilatus. Su padre hizo además un curso sobre pilotas helicópteros, pero puede que no le de tiempo», cuenta una persona cercana al equipo de Felipe VI.

La Casa del Rey y el Gobierno han detallado el plan de formación militar de Leonor hablando cada detalle y poniéndose de acuerdo en todo. Tanto Felipe VI como su mujer estaban convencidos de que su hija tenía que hacer su formación en el Ejército. «Debes tener en cuenta que el artículo 62 de la Constitución Española dicta que al Rey le corresponde el mando supremo de las Fuerzas Armadas, así que ella como heredera tiene que formarse para ese mando», continúa.

La primera Letizia, la que llegó a Zarzuela,  se declaraba pacifista y antimilitarista en muchas conversaciones con amigas.

Sin embargo, se puede decir que la opinión de la Reina ha ido cambiando con respecto a los militares a lo largo de los años y según ha ido evolucionando su papel institucional. La primera Letizia, la que llegó a Zarzuela en 2003, era una mujer que desconocía todo el mundo relacionado con el Ejército. De hecho, en muchas conversaciones con las amigas se declaraba pacifista y antimilitarista.

Pero, claro, conoció al Rey, se enamoró, se casó y empezó a meterse en ese mundo. Se relaciona con esos amigos que tiene Felipe de su época de formación en las academias, descubre gente en su equipo con carrera castrense, conoce los valores de estas personas, su fidelidad a la Corona, el respeto que sienten hacia la Familia Real y cambia de opinión. 

Además, se da cuenta de lo que importante que es para su marido y apoya completamente la decisión. «Es cierto que ella hubiera preferido que primero hubiera ido a la universidad y luego al ejército. La ve muy pequeña. Pero se ha decidido así y seguro que es por la experiencia de don Felipe», nos confiesa una amiga de la Reina.

Así, en 2027 Leonor ya tendrá toda la formación que necesita para que cuando en su día herede el trono, se convierta en la primera mujer mando supremo de las Fuerzas Armadas.