Marta tiene Marzo y Dasí de apellidos. Si se está un poco avezado en cuestiones falleras, el «Marzo» no sólo debe sonar a Fallas, sino a artista fallero y así es: «es mi hermano. Fernando Marzo Dasí. Estamos muy contentos porque las cosas le están yendo muy bien y yo, aunque mi vida está encaminada a la enseñanza, le ayudo haciendo guiones y cartelería. Y te tengo que decir que una de las mayores ilusiones de mi vida ha sido ver mi nombre en la Exposición del Ninot: «Artista, Fer Marzo; Guión: Marta Marzo». Aunque fuera en un cartel que no lo lee nadie, pero la satisfacción de saber que estoy en la Exposición con mi nombre fue todo para mi. Las Fallas forman parte de mi vida. Fer y yo hemos aprendido a andar como quien dice en un casal». Primero, en el entonces Grupo Antonio Rueda; y desde hace muchos años, en el Mercado de Castilla, una comisión peculiar porque «casi no tenemos barriada, pero somos 400 entre niños y mayores, pero se acoge a todo el mundo y la prueba está ahí. Se hace mucha actividad y quien entra, no se marcha».
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Oposición y proclamación
Tan entreverada está su vida fallera con su vida profesional que «el día de mi proclamación había tenido por la mañana un examen de cuatro horas de la oposición». Que también acabó por ser uno de los grandes momentos de su vida reciente y pasada porque «soy Maestra de Educación Primaria. Acabé la carrera en 2015 y en 2016 aprobé la oposición por primera vez, pero sin plaza. Y en esa ocasión sí que ha sido con plaza garantizada». O sea, para siempre. Después de varios años de tener que recurrir a lo que se llama «entrar en bolsa»; es decir, estando a disposición del status quo para ir a cubrir plazas provisionalmente y, con ello, ir acumulando méritos. Como ella lo describe, «como la abeja Maya, polinizando en todos los colegios y alumnado que ha pasado por mis manos. Benidorm, Castelló, Almassora… y mientras tanto, preparando hasta cuatro veces las oposiciones».
Todo «cuando no lo esperaba»
En definitiva, un auténtico vendaval de sensaciones las que le han ido llegando recientemente: «fallera mayor cuando no lo esperaba, funcionaria con plaza segura cuando no lo esperaba, preseleccionada cuando no lo esperaba…».
Anteriormente protagonizó una historia paralela a la de Gema Ponz, de la Plaza del Árbol: ser fallera mayor dos veces, con bastantes años de diferencia, diez. «Fui en 2013 y 2023. Con 20 y 30 años, en dos contextos, casi dos Martas diferentes. «En 2013 llegué con las ganas de quien no ha podido ser fallera mayor infantil. Por muy buena que fuera la experiencia, que lo fue, segundas partes también son buenas. También es verdad que en mi falla es muy difícil que salgan mal las cosas». Un segundo reinado casi por casualidad: «no se presentaba nadie, estaba con otra estabilidad y me dije que si no había nadie, me presentaba. Y aquí sigo». Curiosamente, Fernando Marzo no le hizo la falla. Allí son territorio Espinosa y les va muy bien.