El pasado sábado se truncó el último sueño ruso cuando la sonda Luna-25 se estrelló contra la superfície lunar. Moscú quería lucir la medalla de ser los primeros en alunizar en la casquete polar lunar, algo que no podrá ser después de que este miércoles la India se haya convertido en el primer país en alunizar en el polo sur de la Luna. Después de una época en la que se promocionó la cooperación y un intento de entendimiento entre Rusia y Occidente, el espacio se ha convertido en un entorno más en el que Occidente y Rusia compiten entre sí, con permiso de China y de la India.
Uno de los objetivos clave de la fallida misión Luna-25 era estudiar el hielo de los casquetes polares de la Luna, algo que sería clave para poder establecer bases con personal humano de forma permanente, ya que transportar agua hasta el satélite comporta un alto coste, de cerca de un millón de dólares por cada litro.
A pesar del revés, Moscú tiene en mente seguir siendo un referente en el campo espacial y lo hará por su propia cuenta. Aunque por ahora sus astronautas siguen en la Estación Espacial Internacional, en 2024 está previsto que la hayan dejado, y a partir del 2025 se empezará a construir una propia, siguiendo la estela del MIR. Esta fue la estación espacial soviética y estuvo en funcionamiento hasta el 2001.
En un momento en el que su poder está cuestionado al no poder derrotar a Ucrania en el campo de batalla, es importante para la propaganda y el orgullo patrio revivir los éxitos de la carrera espacial soviética en una era totalmente nueva. Durante esta la URSS fue el primer país en llevar a un hombre y a una mujer al espacio, en aterrizar en otro planeta, entre otras hazañas. La Rusia actual aunque se desmarca de los ideales soviéticos totalmente, los tiene como referente y el Kremlin los tiene muy presentes .
Competencia espacial
Rusia ya tiene experiencia previa de la época soviética, durante la que envió cerca de 24 artefactos al satélite terrestre, y tiene previsto que en los próximos años se envíen las misiones Luna-26 (en 2027 y vital para futuras expediciones) y Luna-27 (en 2028), ambas misiones tienen por objetivo estudiar la composición interna del satélite terrestre para preparar futuras misiones en el mismo cuerpo celeste. El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció en el 62º aniversario del vuelo de Yuri Gagarin – el 12 de abril – la urgencia de reanudar el programa lunar para usarlo como plataforma para explorar el sistema solar.
Además de sus rivales occidentales de la Agencia Espacial Europea y la NASA, Roscosmos, la agencia espacial rusa, también debe competir con China e India en una renacida carrera espacial que tiene la vista puesta en la Luna y Marte, proyectos en los que Moscú no tiene previsto colaborar con la UE. Sin embargo, sí está previsto la creación entre 2031 y 2035 de una base lunar a medias entre Pekíin y Moscú.