Los satélites forman parte del Sistema de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea. Utiliza datos del satélite Sentinel-3A, perteneciente a Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la UE, y funciona como un termómetro que desde el cielo mide la radiación infrarroja para calcular la temperatura de la superficie terrestre, para de esa manera detectar cualquier punto caliente, por muy pequeño que sea.

Los numerosos mapas y datos llegan a los puestos de mando de la Isla a través de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Gobierno estatal, el organismo que recibe la información procedente de Copernicus. Esta familia de satélites Sentinel ya fue decisiva en el seguimiento de la erupción volcánica de La Palma de 2021.

El Día El incendio a vista de ‘Copernicus’.


Moisés Sánchez, director del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 112 de Canarias, asegura que esta fuente de datos permite no solo hacer un seguimiento de las zonas calientes del fuego, sino conocer además qué grado de afección tiene cada zona por la que han pasado las llamas y los daños que han causado en infraestructuras, viviendas y otros bienes. «La aportación de estos satélites facilita muchísimo la elección de las estrategias para combatir el fuego», asegura Sánchez.

Demostró su eficacia en los momentos más duros de la pandemia y permitió monitorizar en tiempo real el volcán Tajogaite. La tecnología satelital y la información geoespacial se han convertido en el nuevo y mejor aliado en la lucha contra los incendios forestales. Las imágenes y datos proporcionados por los satélites permiten el seguimiento minuto a minuto de los cada vez más devastadores incendios forestales, pero sobre todo agilizan la toma de decisiones gracias a la simulación, sumando todas las variables disponibles (geográficas o meteorológicas) para prever cuál va a ser la evolución del fuego.

El dispositivo también usa el ‘ES-Alert’ de envío de avisos y drones con cámaras térmicas




Es una tecnología que, según han corroborado las diferentes fuentes consultadas por la agencia Efe, está contribuyendo ya de una forma eficaz a minimizar los daños económicos, medioambientales y las pérdidas humanas que están causando las tormentas de fuego que este verano han sacudido con especial virulencia a Tenerife, La Palma Grecia, Italia, Estados Unidos, Canadá, Argelia o Túnez.

Los satélites están permitiendo monitorizar en tiempo casi real la evolución del incendio que durante los últimos días está sacudiendo Tenerife y proporcionando numerosas imágenes –muchas de las cuales se están difundiendo a través de las redes sociales– que revelan la dimensión real de esta catástrofe y reflejan la evolución del fuego durante los últimos días.

José Luis Bermejo, jefe del Servicio de Teledetección del Instituto Geográfico Nacional (IGN) del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, observa que la información geoespacial es «imprescindible» desde que se empleó por primera vez un mapa para delimitar el perímetro de un incendio y, en función de la orografía y otros factores, intentar predecir su evolución.

Con esta tecnología, tras el lanzamiento de los primeros satélites de observación terrestre en los años sesenta del siglo XX, la evolución ha sido «impresionante y exponencial», manifestó a Efe Bermejo, quien asegura que aunque un incendio es siempre «impredecible», ciencias como la cartografía y la teledetección «pueden ayudar a identificar zonas especialmente sensibles y ayudar en la prevención, gracias a los índices de combustibilidad, de vegetación o de humedad proporcionados por las imágenes satelitales».




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Visita de Pedro Sánchez, presidente de España, al incendio de Tenerife

El responsable del IGN diferencia las fases de la gestión de un incendio: la prevención, la lucha operativa y la estimación de daños y monitorización de la regeneración de la zona afectada. Detalla que algunos satélites son capaces de proporcionar imágenes con 30 centímetros de resolución y «revisitar» la misma zona cada pocas horas. «Los medios sobre el terreno y una buena gestión son cruciales para dirigir una emergencia o catástrofe natural, y la tecnología espacial es una herramienta valiosísima para la toma de decisiones», asevera Bermejo, que valora entre sus ventajas «la inmediatez, la disponibilidad, el territorio que puede abarcar, frente a las limitaciones de otras tecnologías como los drones, y que es independiente de la accesibilidad a la zona de la catástrofe». El IGN puso en marcha en 2004 el Plan Nacional de Teledetección para coordinar los esfuerzos de todas las administraciones públicas en materia de adquisición y explotación de imágenes satelitales. Através de esta iniciativa, colabora con el Copernicus de la UE y con la nueva Agencia Espacial Española, lo que le ha permitido proporcionar desde 2021 productos de muy alta resolución –de hasta 75 centímetros– que están a disposición de las administraciones públicas.

Los satélites no son la única tecnología que utiliza el dispositivo que lucha contra las llamas en Tenerife. Otro avance que está siendo decisivo en la gestión de los avisos es el protocolo ES-Alert. Es un sistema de avisos a la población a través de redes de telefonía móvil, conocido como el 112 inverso y que se ha estado probando hasta hace muy poco. La tecnología de ES-Alert permite a las autoridades de Protección Civil enviar mensajes de alerta generalizados e inmediatos a los teléfonos móviles localizados en un área afectada por una emergencia o catástrofe. El despliegue forma parte de las medidas del Plan para la Conectividad y las Infraestructuras digitales y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

La ‘constelación’ de satélites europeos envía mapas y datos muy valiosos para controlar el fuego


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No es una aplicación, ya que no es necesaria ninguna instalación en el teléfono para que aparezcan los mensajes. En lugar de usar internet o los sms, funciona a través de una conexión por radiofrecuencia y llega a los teléfonos que estén recibiendo señal de las antenas telefónicas. Los mensajes aparecen de forma automática en los terminales. Gracias a este sistema, pueden llegar a cualquiera esté donde esté, además de que su envío se puede acotar a ciertas zonas clave donde ocurra la emergencia.

Moisés Sánchez apunta el tercer elemento tecnológico que usa el operativo: los drones. Para el incendio de la Corona Forestal hay operando drones con cámaras térmicas del propio Gobierno canario, la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Policía Nacional y los Equipos de Intervención y Refuerzo de Incendios Forestales (Eirif). «Solo pueden volar cuando no hay aeronaves pero permiten detectar los puntos calientes y que los helicópteros hagan sus descargas con una gran precisión», concluye el director del Centro Coordinador de Emergencias 112 de las Islas.

Este es el gráfico que ofrecía ayer sobre el incendio de Tenerife el Sistema de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que se obtiene gracias a las imágenes y datos que brindan los satélites del Copernicus. Este sistema forma parte del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea.