España se quedó a una posición de sumar su quinto finalista en los Mundiales de Atletismo de Budapest al terminar noveno Dani Arce en una final de 3.000 metros obstáculos en la que el marroquí Soufiane El Bakkali jugó sus cartas a la perfección para lograr su segundo oro seguido y dejar con la miel en los labios al etíope Lamecha Girma, plata en las tres últimas ediciones.
Era una final realmente complicada, con dos atletas por encima del resto al menos teóricamente como el flamante nuevo plusmarquista universal etíope Lamecha Girma o el vigente campeón olímpico marroquí Soufiane El Bakkali junto a rivales tan complicados como los kenianos Kibiwott y Koech o especialmente el abisinio Wale.
Con el histórico bronce de Eliseo Martín en los Mundiales de París’03 en el lejano horizonte, el objetivo más realista del burgalés era lograr una plaza de finalista como las del propio montisonense en Sevilla’99 (sexto) y en Osaka’07 (séptimo) o la sexta plaza de Luis Miguel Martín Berlanas hace 20 años y la cuarta en Edmonton’01. Otro atleta español fue sexto en 2001 y en 2005, pero su relación con el dopaje invita a obviar su nombre.
En el mejor momento de su carrera con marca personal includa incluida (8:10.63), Arce había asegurado a SPORT (Prensa Ibérica) que saldría «con inteligencia y sin volverme loco al principio», pero que en el momento de la verdad estaba dispuesto «a ir con todo y arriesgar sin importarme que pueda pinchar y acabe fundido».
La carrera empezó lenta con el keniano Leonard Kipkemoi Bett marcando el ritmo al paso por el primer mil (2:50.41) mientras el burgalés viajaba último, dando la sensación de tener la situación muy controlada. El problema es que cedía demasiado terreno y cuando el grupo se estiró ese espacio se estiró hasta unos 10 metros.
De todas formas, estaba claro que la final se decidiría en un último mil rondando los 2:35. Arce remontó dos posiciones al paso por el 1.800, pero seguía antepenúltimo con solo un kilómetro por delante mientras Lamecha Girma y Soufiane El Bakkali empezaban su show en cabeza.
Arce remontó posiciones en la última vuelta hasta llegar a la novena (8:18.31), pero le faltaron metros y fuerzas para superar al canadiense Jean-Simon Descagnés, quien hizo marca personal con 8.15.58 para asegurarse la última plaza de finalista. Una pena, puesto que el burgalés estaba en condiciones de haber acabado entre los ocho mejores.
Por delante, el espectáculo fue de los que hacen época. Girma atacó con fuerza al penúltimo paso por meta y logró una notable renta sobre El Bakkali, con peor marca pero bastante mejor llegador. Y pasó lo que tenía que pasar. El norteafricano fue reduciendo esa desventaja hasta superar al abisinio antes de la última ría para revalidar su oro mundial con 8:03.53 por los 8:05.44 de Girma y los 8:11.98 del keniano Abraham Kibiwott.