El miércoles pasado, cuando la selección española de fútbol asimilaba que jugaría la final contra Inglaterra, Olga García buscaba la forma de llegar a Australia, sin saber que vería a su hija asegurando el mayor éxito del fútbol femenino español, proclamándose campeona del mundo y además marcando el gol decisivo en la final. «Estoy removiendo mar y tierra para irme a Sídney, me lo ha pedido mi hija y allí que me voy, hasta tenía caducado el pasaporte», comentaba entre risas a los micrófonos de Radio Sevilla.
Llegó, la vió vencer, y culminó así años de apoyo a su hija. Desde los entrenamientos en Sevilla Este, en la infancia, donde Olga García, conductora de autobuses interurbanos, tuvo que hacer malabares no solo para que la entonces niña fuera a sus entrenamientos, también para hacer lo propio con sus otros dos hijos, también entregados al fútbol.
Lo recuerda Noelia Carrillo, quien fuera entrenadora de Olga Carmona entre 2011 y 2017. Entonces ya se veía que Carmona era diferente a las demás. «Desde el principio se le veía algo especial», sostiene a EL ESPAÑOL.
«La jugada del gol es la típica suya desde niña, ir por velocidad y cruzar con la zurda es su jugada de siempre. Siempre se perfecciona técnicamente, pero la gran evolución de Olga es la madurez«, cuenta.
Sacrificio familiar
Para lograr esa madurez su familia tuvo un papel fundamental. En aquellos años los entrenamientos ocupaban tres o cuatro días a la semana, apunta, y duraban hasta una hora y media. Mucha exigencia, no solo para Carmona, también para la familia.
«Al final ahora cada vez es más normal que una mujer juegue, pero cuando Olga era más pequeña igual no estaba tan bien visto. Así que, que tu familia y entorno te apoye, que estés mentalmente estable y no tengas que dudar de si vas a jugar o no al fútbol, es súper importante», destaca.
El entorno, sostiene, acaba así por ser más vital incluso en el fútbol femenino que en el masculino. Y en ese aspecto, asegura que Carmona tuvo mucha suerte.
«Son tres hermanos y los tres jugaban al fútbol. Me acuerdo del esfuerzo de la madre de llevar a cada hijo a un lado. Siempre ha apoyado igual a Olga que sus hermanos, ha apoyado 100 por 100. Es una madre dedicada a lo que ha querido su hija», afirma.
El respaldo ha generado un vínculo que se ha demostrado en Sídney como fundamental. Allí acudieron a respaldarla sin condiciones, primero en la fase de grupos, tras la que regresaron a España, y después, rumbo a la final.
Un viaje, este último, en el que le mostraron su mejor sonrisa a pesar de enterarse durante el trayecto de que había muerto el padre de la jugadora.
Decidieron retrasar la noticia para que Carmona se concentrara en el partido y disfrutara, como la ha visto hacer durante años en otros campos, más modestos.
Una noticia trágica
Tanto la madre como uno de sus hermanos, su mellizo Tomás, volaban a Australia cuando conocieron la trágica muerte del padre de Olga Carmona. Pero ninguno quiso darle la noticia antes de la final para que no le afectara emocionalmente.
Ajena a lo ocurrido, Carmona vivía un momento dulce tras hacer en semis el gol que dio el pase a la final y ansiaba ser titular en la final, como así fue. El gol de la victoria, acabó por redondear su paso por el torneo.
Con el partido concluido, y horas después de que pasara la primera euforia de la victoria, la madre transmitió la noticia a la Federación y se buscó la manera de comunicárselo a la futbolista, algo que ocurrió pasadas unas horas. Tras ello, la RFEF lo hizo público.
El destino quiso que el día más feliz de Olga Carmona se empañara con una noticia así. Justo, además, el día en que ella, tras marcar el gol decisivo para que España se llevara la copa del mundo, había dedicado el tanto a la madre de una amiga cercana, Merchi, fallecida también esta semana.
Después, una vez conocida la noticia por la futbolista, esa quiso dedicarle un tuit a su padre. «Y sin saberlo tenía mi Estrella antes de que empezase el partido. Sé que me has dado la fuerza para conseguir algo único. Sé que me has estado viendo esta noche y que estás orgulloso de mí. Descansa en paz, papá».
Y sin saberlo tenía mi Estrella antes de que empezase el partido. Sé que me has dado la fuerza para conseguir algo único. Sé que me has estado viendo esta noche y que estás orgulloso de mí. Descansa en paz, papá 🌟❤️🩹 pic.twitter.com/Uby0mteZQ3
— Olga Carmona (@7olgacarmona) August 20, 2023
Y todo, gracias al esfuerzo de su madre desde bien pequeña: «Se implicaba muchísimo, preguntando cómo veíamos a la hija, cómo estaba, se involucraba mucho y positivamente», comenta la ex entrenadora de Carmona.
Todo a pesar de las reticencias iniciales. Carmona practicaba de niña natación y también fue a clases de flamenco. Su madre sentía que los niños podían no aceptar a su hija en un deporte como el fútbol. «Pero lo único que quería era darle patadas a un balón», ha contado en medios.
Así comenzó un viaje tiene un punto y aparte en Sídney. Ahora el fútbol femino ha subido a la gloria, un camino en el que también acompañará a su hija.
Sigue los temas que te interesan