Santiago Abascal pidió y Alberto Núñez Feijóo concedió. El candidato del PP ha reconducido este martes su relación con Vox primero con una llamada al dirigente de ultraderecha y, después, con una serie de gestos a este partido, algunos de ellos que Abascal le había exigido horas antes. El líder popular ha desvelado una conversación con él destinada a acabar con «algunas discrepancias» y «malos entendidos». «Hablé con Abascal y lo hemos aclarado», señaló, en su comparecencia en el Congreso tras acudir a la reunión con Felipe VI por la investidura.

La charla entre ambos se produjo antes de que el mandatario de Vox se dirigiera a su encuentro con el Rey, en el que confirmó el apoyo de sus 33 diputados a Feijóo. Pero, en la rueda de prensa posterior, condicionó ese respaldo a que cumpla algunas exigencias: ofrecer una muestra de respeto a sus votantes que ·»no entienden» que el PP les haya dejado sin un puesto en la Mesa del Congreso a pesar de ser la tercera fuera política de la Cámara, poner en valor sus acuerdos de gobiernos en comunidades y ayuntamientos, la recuperación de la neutralidad de las instituciones y la normalidad democrática y acabar con la pretensión de algunas minorías de imponer un ‘apartheid’ a tres millones de españoles, en referencia al ‘cordón sanitario’ a Vox.

La respuesta a estas peticiones se ha visto satisfecha, casi punto por punto, en la comparecencia de Feijóo. Ha agradecido y reconocido el «apoyo sin exigencias» de Vox, también el de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y de Coalición Canaria, aunque con muchas menos estridencias. Sobre la ultraderecha aseguró que tienen una «relación de normalidad democrática» en el «objetivo compartido de proteger nuestra nación y la Constitución». «Así lo estamos haciendo en las comunidades y ayuntamientos donde gobernamos conjuntamente», dijo el presidente del PP, leyendo directamente las frases, y así lo haremos «en la defensa de un Gobierno constitucional para España».

Feijóo remachó que gobernará en solitario pero sin dejar de recordar otros de los compromisos que le reclamaba Vox: que España recobre la independencia de sus instituciones, la igualdad de todos los ciudadanos y la censura de las imposiciones de las minorías. Pero, según defendió Feijóo, todo esto lo tenía «escrito de antemano» y no guardaba ninguna vinculación con las demandas de Vox. El propio Abascal lo ha rectificado a través de las redes sociales con un mensaje en el que «celebra» que «haya atendido las justas peticiones de Vox

«Se abre, por tanto, una etapa de colaboración, entre dos formaciones muy diferentes, muy distantes, pero capaces de respetarse y de ponerse de acuerdo cuando es necesario», destacó. «Espero que, a partir de ahora, los enemigos de los acuerdos de gobierno entre PP y Vox se abstengan de poner en peligro la construcción de la alternativa».