El rabino Leo Dee, que perdió trágicamente a su esposa Lucy y a sus hijas Rina y Maia hace cuatro meses, respondió el martes por la mañana al asesinato de Batsheva Nigiri el lunes.

“Estoy desolado por el asesinato a sangre fría de Batsheva Nigri esta semana”, declaró Dee. “Era la maestra de guardería de los hijos de algunos de mis amigos íntimos en Efrat y, según todos los que la conocían, una dama generosa con un corazón maravilloso”.

Dee continuó: “El asesinato fue llevado a cabo por Fatah, el ejército de la Autoridad Palestina. La AP financia el 70% de los atentados terroristas que tienen lugar en Judea y Samaria, incluido el atentado que mató a mi esposa y a mis dos hijas hace cuatro meses”.

“Los gobiernos del mundo financian a la AP con 1.200 millones de dólares al año, la misma AP que educa a los niños para asesinar a judíos mediante libros de texto y campamentos de verano de entrenamiento terrorista, la misma AP que paga más de 300 millones de dólares anuales a las familias de los terroristas para fomentar la siguiente ronda de atentados”.

“Además, el ejército israelí protege a la AP de su propio pueblo, al que maltrata, porque los dirigentes israelíes (tanto de la coalición como de la oposición) afirman que esto conduce a la estabilidad y la seguridad”.

Denostando las políticas actuales, Dee subrayó: “Tengo un mensaje para todos nuestros políticos: Apoyar a la AP es apoyar al caballo equivocado. No conduce más a la seguridad y la estabilidad que respaldar a Irán y a otros países árabes para que desarrollen armas nucleares, la aparente política ‘estabilizadora’ de la actual Administración estadounidense para Oriente Próximo”.

“Cuando ocurrió mi tragedia familiar, declaré: ‘Amo a los palestinos y odio a los terroristas’. La gente me dijo que esto era una innovación. Normalmente, me dijeron, las víctimas odian a todos los palestinos, o se puede ver a un pequeño porcentaje abrazando a la madre de sus asesinos, pero rara vez se diferencia entre árabe y árabe”.

“Esta ingenua política de pintar a todos los palestinos con un mismo pincel ha llevado a Israel y al mundo a respaldar un odioso régimen terrorista, la AP, que aterroriza a su propio pueblo y a nosotros, bajo la falsa idea de que los palestinos ‘duros’ pueden controlar a los más débiles. Pero los más débiles son nuestros amigos”.

“En una economía palestina en la que más de 200.000 palestinos entran cada día en las ciudades israelíes y ganan más del 70% del PIB de la AP, estos palestinos decentes, buenos y trabajadores deberían dirigir su país, no la panda de terroristas que constituyen la AP y Fatah. Es posible, y podría hacerse en cuestión de días si se retiraran inmediatamente la financiación y la protección a la AP y a Fatah”.

“¿Cuándo verán Israel y el mundo que son los autores de nuestra propia pesadilla y dejarán de respaldar a los terroristas que están matando a nuestros mejores ciudadanos día tras día? Esta locura tiene que acabar, y tiene que acabar ya”, concluyó.