Después del encontronazo entre Metin y Merdan, Çinar le pregunta a su abuelo la razón por la que volvió a casa. El padre de Metin confiesa que, en un principio, su regreso estuvo motivado por Görkem; pero que si finalmente se quedó allí fue por descubrir los maravillosos nietos que tenía.
Çinar se pregunta que pueden hacer por Görkem y su abuelo contesta con toda la tranquilidad del mundo: “vosotros cuidaréis de él, así podré irme en paz”. La respuesta deja intranquilo al hermano de Ilgaz y Merdan confiesa que… ¡le queda poco tiempo de vida!
Çinar lucha por contener las lágrimas mientras su abuelo parece estar dictando sus últimas voluntades. Merdan hace hincapié en el cuidado de la familia, ¡no quiere que su nieto cometa los mismos errores que él!
Çinar, finalmente, rompe a llorar y Merdan, antes de abandonar la escena, le da un consejo que jamás olvidará: “trata bien a Parla, es una gran mujer”. Cuando su abuelo abandona la escena tras fundirse en un gran abrazo con su nieto, Çinar llama a Parla, su gran apoyo.