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Un terrible suceso se ha producido en la localidad malagueña de Churriana. Un hombre ha fallecido por una obstrucción en la carótida tras acudir en dos ocasiones al médico de urgencias. En estas dos visitas, la víctima fue diagnosticada con una contractura por una mala postura. Pero a las pocas horas de la segunda consulta, el hombre acabó muriendo en su casa.

Se trata de un posible caso de negligencia médica y como tal se está investigando. El programa de Espejo Público ha podido entrevistar en exclusiva Chari, la cuñada de la víctima. Triste e indignada, la mujer ha narrado el suceso, denunciando de que el trabajo de los sanitarios no fue suficiente.

El fallecido, que recibía el nombre de Manuel, tenía reconocido un 65% de discapacidad y, aunque vivía solo y era totalmente independiente, pasaba mucho tiempo en casa de su hermano y su cuñada. Ellos fueron los que le acompañaron a urgencias la semana pasada en dos ocasiones.

«No podía soportar el dolor»

La cuñada del fallecido ha narrado cómo se sucedieron los hechos: «Manuel nos llamó diciendo que tenía mucho dolor de espalda, entonces fui a su casa y le di una pastilla». La mujer se fue tranquila, pero cuando regresó a ver cómo se encontraba, «me dijo que no podía soportar el dolor«, ha asegurado. «Aparentemente no parecía estar muy afectado, pero como se quejaba fuimos al centro de salud de Churriana», ha explicado Chari.

Una vez allí, y como su médico no se encontraba presente, «lo vio otra doctora que no lo conocía», ha afirmado la cuñada. «Le dijo que era una contractura por una mala postura. A mi no me extrañó porque muchas veces se quedaba dormido viendo la televisión», ha declarado.

La víctima se tomó la medicación para el dolor que le recetaron, pero al día siguiente le seguía doliendo y no quería comer, «algo inusual en él», ha comentado Chari. «Nosotros le decíamos que esperara a que la medicación le hiciera efecto», ha explicado.

«Pero a la mañana siguiente seguía igual y decidimos llevarle al hospital de nuevo«, ha asegurado la mujer. «Debido a su discapacidad, él no sabía comunicarse bien ni explicar bien lo que le pasaba, por lo que yo insistí en entrar con él a la consulta esta vez», ha continuado. «Le dijeron lo mismo, que era una contractura, y le pusieron una inyección para el dolor», ha concluido.

«Pido que le hubieran hecho cualquier cosa»

«Cuando yo pensé que había mejorado, su novia me llamó preocupada porque no respondía al teléfono. Fui a su casa y me lo encontré muerto en el sillón. Llamé al 112 e intenté ver si respiraba o tenía pulso, pero nada», ha relatado entre lágrimas.

Para terminar su testimonio, la mujer ha denunciado la poca profesionalidad de los sanitarios que atendieron a su cuñado: «Pido que le hubieran hecho cualquier cosa, una analítica o algo. Cualquier cosa que hubiera podido determinar qué es lo que tenía».

Y ha concluido su discurso pidiendo un cuidado especial para «las personas a las que no se les entiende», requiriendo que «se les mire bien, porque ellos no saben expresarse ni decir qué es lo que les pasa».

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