La eliminatoria entre la Roma y el Oporto tenía pinta de ser una de las más igualadas de los octavos y el primer asalto demostró que así será. El equipo que pasará a cuartos se decidirá el 6 de marzo en Portugal después del pulso de este martes en el Olímpico (2-1), el estadio donde el Barça fracasó el año pasado en unos cuartos de final nefastos. 

Llegará muy vivo a la vuelta el Oporto gracias, especialmente, a Iker Casillas, que completó un partido muy sobrio. No pasó gran cosa en la primera mitad. La única ocasión clara la tuvo Dzeko, que topó con el meta español y el palo después de un gran recorte a Militao (m. 38). Volvió a intervenir el veterano arquero en el comienzo de la segunda parte en un remate de Cristante (m. 49) y se lució en un tiro de Pellegrini (m. 70). A continuación llegó el primer gol de la Roma con un disparo cruzado de Zaniolo (m. 70). 

Parada con la cara

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El extremo local repitió diana poco después al aprovechar un rechace tras un tiro al poste de Dzeko (m. 76). Ese resultado era muy negativo para el cuadro luso, pero Adrián, el exjugador del Deportivo y Atlético convirtió en oro un mal remate de Tiquinho (m. 78). Ese tanto deja en buen lugar al Oporto, que acarició el empate con un disparo del mexicano Héctor Herrera que salió rozando el poste. 

Todo sucedió en ocho minutos en el Olimpico. Apretó luego la Roma en busca del tercero, pero sin clarividencia. El semifinalista de la pasada Champions tenía bien encarrilado el pase a los cuartos, pero el tanto de Adrián y la intervención final de Casillas frenaron a los locales. El meta evitó con la cara el 3-1 en el último suspiro y aupó a su equipo para la vuelta en Do Dragao. 

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