Un agente de la Guardia Civil resultó herido esta tarde en Cangas de Onís (Asturias) tras ser agredido brutalmente por un hombre en actitud agresiva, que también se enfrentó a sus compañeros. El propio agresor había pedido atención sanitaria al sentirse «paranoico», pero una vez llegó la asistencia en ambulancia se negó a recibirla y se puso violento.
Tal y como aseguraron fuentes de la Benemérita, los agentes acudieron a la avenida de Covadonga tras ser avisados de que había una persona en estado de gran alteración. Fueron en apoyo de la Policía Local de Cangas de Onís y los servicios sanitarios. El hombre, un festivalero de la gran cita de música electrónica del Aquasella con síntomas importantes de intoxicación, se había atrincherado en la entrada de una entidad de ahorro y, cuando los agentes trataron de tranquilizarlo, la emprendió a golpes contra ellos. Estaba fuera de sí y en pleno «brote psicótico», según fuentes conocedoras de los hechos.
Hubo un primer intento de sujetarlo para inyectarle un tranquilizante, algo que se logró. Pero no fue suficiente y, cuando iban a cogerlo para introducirlo en la ambulancia, comenzó a querer agredir a los agentes. Uno de ellos, el que resultó herido, recibió un puñetazo y cayó al suelo golpeándose en la cabeza. Una vez en el piso, el violento agresor volvió a golpearle, esta vez mediante una patada directa a la testa.
Finalmente, los agentes consiguieron reducir al violento para calmarle con una inyección. El festivalero tiene «unos 40-50 años», aunque en un principio parecía más joven, pero luego se descubrió que llevaba peluquín. Fue detenido y llevado al hospital para calmar su estado de agitación por la intoxicación. El guardia civil herido, por su parte, fue trasladado al hospital del Oriente, en Arriondas, con un traumtatismo craneal.
Decenas de oriundos y forasteros que se encontraban en ese preciso instante por el lugar observaron la dantesca escena, mientras intervenían otros agentes de la Benemérita y también miembros de la Policía Local de Cangas de Onís, a los que asimismo se enfrentó. Los servicios sanitarios, que trasladaron al agente herido al hospital y al violento arrestado para ser atendido clínicamente, trataban de trabajar en el lugar, pero les era imposible ante las embestidas incontrolables del hombre.
El joven, violento y alterado, seguía en actitud agresiva y lanzando golpes mientras los sanitarios intentaban atender al agente lesionado. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles desearon la pronta recuperación de su compañero.