Un ciudadano israelí fue arrestado en el desierto del Sinaí durante sus vacaciones tras una altercación con un lugareño relacionada con una bandera del movimiento jasídico Jabad. La disputa tuvo lugar en Nuweibaa, una localidad costera de Egipto.

Detalles del conflicto en el desierto del Sinaí

El incidente se desencadenó cuando el turista israelí intentó tomar una foto con la bandera amarilla del “Mesías” asociada con el movimiento jasídico Jabad. El personal del camping donde se hospedaba le solicitó que dejara de ondear la bandera, pero él se negó, lo que llevó a una pelea física.

Según testigos, la policía fue llamada al lugar, y el turista fue detenido tras firmar un documento en árabe. Posteriormente, se le informó que tendría que pagar una fianza para ser liberado.

El sitio de noticias Ynet informó que el hombre ya ha sido juzgado y está esperando la sentencia. Probablemente, deberá pagar una multa y será deportado a Israel.

Antecedentes de incidentes con turistas israelíes en Sinaí

Este no es el primer incidente de este tipo en la región. En mayo pasado, dos turistas israelíes fueron detenidos en el Sinaí tras grabarse ondeando banderas israelíes. Estuvieron detenidos durante dos días antes de ser liberados y expulsados a Israel.

La península del Sinaí es un destino popular entre los turistas israelíes por sus vacaciones de playa asequibles y su proximidad a Israel.

Aunque Egipto mantiene relaciones diplomáticas con Israel, la normalización de las relaciones aún es mal vista en el país, a pesar de que muchos negocios en el Sinaí dependen de los turistas israelíes.

Reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel confirmó el arresto y declaró que el cónsul israelí en Egipto está tratando el incidente. Funcionarios del ministerio están en contacto con los familiares del hombre detenido, ofreciendo asistencia y seguimiento de la situación legal.

La tensión entre los ciudadanos y las autoridades en la región pone en evidencia la compleja relación entre Egipto e Israel, donde el turismo es una fuente clave de ingresos, pero las tensiones políticas y culturales persisten.