La única futbolista que no había hablado durante todo el Mundial era la más demandada, la dos veces Balón de Oro Alexia Putellas. Y fue tras conquistar el título del Mundial cuando la de Mollet decidió atender a los medios y confesar todo lo que ha vivido en estos intensos días en tierras neozelandesas y australianas: «Al inicio de todo, hace dos meses, imaginábamos que llegábamos a la final y hablamos de hacer esto para agradecerlo. Incluyo a Irene (Paredes) porque han sido muchas charlas, buenos momentos, no tan buenos, levantarnos cuando una estaba abajo…».
Al servicio del equipo
Putellas ha perdido protagonismo, pero ha estado siempre a disposición cuando el equipo lo ha necesitado, pese a no estar en la mejor forma tras tanto tiempo de inactividad por su lesión: «No entiendo lo de roles secundarios o principales. Está claro que donde somos más felices todas, las 23, es jugando en el verde. Pero esto es fútbol y un día te toca a ti y otro le toca a otra. Para mí hay algo que es clave, el respeto entre nosotras y el compañerismo. Si hace 10 años una metió un gol para estar en la primera Eurocopa, nos alegramos antonces por esa persona. Y hoy tocaba alegrarse por quien haya metido el gol. Así van los vestuarios».
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La azulgrana no esconde que «ha sido un año muy duro. Espero que haya valido la pena. Ahora es momento de celebrar. Veremos qué nos tienen preparado». Además, la delantera apuntó que «se ha dado un paso importante con la conciliación familiar. Llevamos aquí dos meses con presión y estrés, y sentir a tu familia cerca ayuda. Era algo a mejorar y se ha hecho».
Alexia concluyó revelando que «este año ha sido un Máster para mí. He aprendido muchísimo, he aprendido cómo va esta industria. Conocer otra cara, que no es la del fútbol sino de la industria, porque cuando juegas cada tres días vas focalizada y piensas sólo en ganar. He estado un año parada y las he visto de todos los colores. He perdido romanticismo, pero no en el campo. Cuando me ponía a entrenar para mí era vida. Y los minutos que tengas, el vestuario… para mí eso es fútbol y lo demás es industria».
Paredes lo ratifica
La central guipuzcoana Irene Paredes, otra de las capitanas de la selección que perdió el brazalete tras el episodio del motín de las jugadoras, advertía al final con el oro colgado del cuello: «No soy consciente todavía pero creo que la hemos liado muy gorda. Ha sido un esfuerzo muy muy grande de todo el mundo. El mío ha sido durísimo. No puedo estar más feliz de volver a casa con la Copa. Somos historia. El año ha sido muy duro, pero siempre hemos peleado mucho por estar aquí y conseguir esto. No siempre tienes esta recompensa y estamos muy felices».