Han bastado dos jornadas para que aparezca la primera mueca en el entorno del Elche de cara a la temporada 2023/24. Las derrotas ante Racing de Ferrol, un recién ascendido, y Eibar, un equipo que venía de perder 4-0, distan mucho de dibujar el escenario ideal para el inicio de un curso post-descenso, con el añadido del modo en que se produjo dicha caída a Segunda División.

Más allá de que las matemáticas ofrezcan calma, al quedar 40 partidos por delante y 120 puntos en juego, la historia y la estadística ya aprietan al conjunto ilicitano tras 180 minutos de competición oficial. Desde que la categoría de plata se rige bajo el formato actual (victorias de tres puntos, 22 equipos, dos ascensos directos y el tercero en un play-off al que ingresan cuatro escuadras) solo un equipo consiguió ascender tras perder en las dos primeras jornadas.

Curiosamente, ese hito tiene vínculo directo con el Elche. El Granada de la 2010/11 cayó derrotado en sus dos primeros partidos de Liga (4-1 ante el Betis y 0-1 frente al Valladolid), no ganó hasta la jornada 4, se recompuso para acabar quinto la fase regular y celebró el ascenso… en el Martínez Valero. Fue aquella eliminatoria de infausto recuerdo para el franjiverdismo, decidida con un gol de Ighalo en la vuelta tras numerosos incidentes.

Desde entonces ningún equipo ha vuelto a repetir lo conseguido por los nazaríes. Aquel año fue el primero en el que entró en vigor el formato actual, ya mencionado. Con anterioridad, otros tres equipos también lograron ascender a Primera tras ceder en sus dos primeros compromisos, tomando como referencia la temporada 1995/96, en la que el valor de los triunfos subió de dos puntos a tres. Los tres casos se dieron de forma consecutiva en un formato en el que promocionaban directamente los tres primeros.

De este modo, el Cádiz en la 2004/05, el Gimnàstic en la 2005/06 y el Almería en la 2006/07 festejaron en junio tras empezar en agosto con lamentos. Los gaditanos, de hecho, acabaron campeones tras caer en las dos primeras jornadas ante Eibar y Lleida. Reaccionaron de inmediato y encadenaron una racha de ocho partidos sin perder, olvidando el mal inicio.

Los catalanes finalizaron segundos, al igual que los almerienses. Son los cuatro ejemplos de que el Elche puede reaccionar. Por desgracia, otros muchos se quedaron en el camino. Uno de los más reseñables podría ser el Atlético de Madrid de la temporada 2000/01, la del primer año en el infierno. Los colchoneros se dieron cuenta de que en Segunda iban a sufrir, al perder sus tres primeros encuentros. Acabaron en cuarta posición, empatados con el tercero, a un punto del segundo y, posiblemente, echando de menos esos puntos perdidos en el inicio de la competición.

El ejemplo de la 2009/10

Por lo que respecta al pasado propio, esta es la cuarta vez en su historia que el Elche empieza la Liga en Segunda sufriendo dos derrotas consecutivas en sus dos primeros partidos.

Lo ocurrido en esta 2023/24 pasó por primera vez en la 1989/90, curiosamente tras haber descendido también la campaña anterior después de un curso lamentable. El Elche cayó ante Figueres y Espanyol y no le retomó el pulso a la categoría, al terminar en 14ª posición.

Casi una década después, en la 1997/98 y en situación contraria (siendo un recién ascendido) los franjiverdes volvieron a empezar con mal pie y acabaron descendiendo nuevamente a Segunda División B. Ya en el siglo actual, el Elche también empezó enlazando dos partidos perdidos en Segunda las temporadas 2008/09 (David Vidal fue destituido y el equipo acabó en media tabla) y la 2009/10.

En este último caso, la reacción puede ser otro ejemplo a tener en cuenta. Llegó José Bordalás al banquillo y el rumbo se enderezó, acercándose a la zona noble de la tabla y finalizando en sexta posición. Ahora, al Elche le toca hacer historia si quiere ascender.