Actualmente, el mercado inmobiliario argentino se encuentra en su punto más frágil de los últimos años.
La incertidumbre, los vaivenes económicos y la constante devaluación en dólares afectan a las nuevas construcciones, aumentando los precios, y éstos derraman sobre los usados con propietarios que retiran unidades a la venta por políticas locativas que los obligan a lo que no les interesa, alquiler que se posicionan en precios altos de inicio por incertidumbre.
Esto sumado a las leyes vigentes que, en un contexto inflacionario de más del 100 %, obliga a las partes a ajustar sólo una vez por año en vez de la gradualidad habitual, generando el escenario perfecto para el desequilibrio en el sector.
Dentro de la Ley de Alquileres que rige desde julio de 2020, donde la política intervino el mercado con normas y restricciones logrando sólo así el perjuicio para todos los actores ya que no hay ganador, la duración de los contratos de arrendamiento y el método de actualización es lo más polémico y se han convertido en los puntos de discusión más candentes.
Ahora, a una espera de una sesión especial pactada para este 23 de agosto, la polémica no sólo se centra en estos dos artículos, sino también, en si el Estado debería intervenir en propiedades privadas o enfocarse en políticas habitacionales sin afectar a los inversores.
En respuesta a esta situación, el CI Víctor Arlandi, presidente de Maxre Central Buenos Aires Argentina, manifestó que para poner un ejemplo el mercado de la Ciudad de Buenos Aires tiene 3648 propiedades en alquiler y duran menos de un mes en oferta: “Los resultados óptimos se centrarían en encontrar un equilibrio justo entre los intereses de los inquilinos y los propietarios o directamente no intervenir el mercado, dejándolo libremente que ajuste por oferta y demanda. A veces querer proteger sólo complica las cosas, y pretender incluir medidas que protegen los derechos de los inquilinos, por el contrario los alejan de ellos. Es una falacia regular el alquiler cuando las viviendas son privadas; pretender resolver acceso a viviendas asequibles no es el camino sino aseguran un entorno propicio para los propietarios, como incentivos impositivos y un proceso eficiente de resolución de disputas entre otros. El objetivo sería crear un marco que promueva la estabilidad en el mercado de alquileres y garantice un trato equitativo para ambas partes”.
En este sentido, las posibles modificaciones en el mercado de alquileres podrían tener un impacto significativo en múltiples aspectos. Cambios en las regulaciones podrían influir en los precios y la disponibilidad de viviendas de alquiler, redefiniendo los costos y derechos tanto para propietarios como para inquilinos, por lo tanto, a medida que se debaten las enmiendas, es crucial considerar el alcance total de sus efectos potenciales para tomar decisiones informadas y equitativas.
¿Cómo se prepara el sector inmobiliario?
“El sector se encuentra en pleno proceso de preparación ante la inminente sesión. Los actores clave están llevando a cabo investigaciones detalladas, análisis de impacto y participación activa en discusiones con expertos y legisladores. Además, se espera que la modificación de la ley de alquileres genere beneficios palpables para todo el sector. Mediante una colaboración proactiva y la expresión de las inquietudes, se busca asegurar que las voces de la industria sean consideradas en el proceso de formulación de políticas”, agregó el CI Victor Arlandi (Mat Profesional 7481).
Las expectativas para el mercado inmobiliario argentino son diversas. Si los cambios en la ley logran el equilibrio buscado, se anticipa una mayor estabilidad en el mercado de alquileres. Sin embargo, también se reconocen los desafíos inherentes a cualquier transformación en un sector tan dinámico, por lo que, la próxima sesión especial representa una oportunidad crucial para encontrar la simetría entre los intereses de las partes involucradas y establecer regulaciones más justas y efectivas.
Por otro lado, la posibilidad de una intervención estatal más limitada podría fomentar soluciones orgánicas y creativas. “A veces no es necesaria una ayuda, sino que te saquen el pie de encima”, expresó contundente Arlandi.
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