Un retorno y un debut agridulces. Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé empezaron como suplentes, pero fueron los grandes protagonistas del empate (1-1) este sábado por la noche del París Saint-Germain contra el Toulouse. Apenas siete días de que la dirección del conjunto parisino le levantara su castigo por no querer renovar, el goleador francés tuvo un retorno estelar. Apenas necesitó diez minutos para marcar su primer gol esta temporada. El ex atacante del Barça también tuvo un buen debut y demostró su talento. Pero su talento no fue suficiente para darle los tres puntos al PSG. El equipo de Luis Enrique no arranca, después de dos decepcionantes empates en la Ligue 1
Pese a su suplencia, las miradas estaban puestas en ellos en el Stadium TFC, en el sur de Francia Como si fuera un preámbulo de la nueva dupla que debe llevar las riendas ofensivas del PSG, Mbappé y Dembélé aparecieron inseparables, tanto en el vestuario como en el banquillo. Es de sobras conocida la amistad entre el goleador de Bondy y el extremo de Évreux. La llegada del ex ‘7’ del Barça a París —al menos esta temporada— resulta un incentivo más para la continuidad de Mbappé, salvo un nuevo giro en su eterno culebrón.
El equipo de Luis Enrique empezó el partido con el ADN del técnico asturiano: una alta presión y un dominio, casi obsceno, del balón. Terminó la primera parte con un 80% de la posición, pero con apenas tres ocasiones claras. Como ya sucedió en su gris estreno liguero contra el Lorient —un empate 0-0 en el Parque de los Príncipes—, a este PSG le falta rapidez en la circulación y mucho desequilibrio, cuando Mbappé y Dembélé no están en el campo. A “Lucho” no le resultará nada fácil aplicar el juego de posición sin Marco Verratti, cuyo futuro está en el aire y podría seguir los pasos de Neymar yendo a Arabia Saudita. El centro del campo es la línea que más flojea.
Dos puñales en las bandas
El conjunto propiedad de Catar se encontró enfrente a un sólido Toulouse. El equipo, entrenado por el catalán Carles Martínez —un ex de las categorías inferiores de Barça y Espanyol—, no pasó demasiados apuros y buscaba dar un susto al PSG en la contra. Los parisinos se impacientaban. Hasta el punto de que Luis Enrique mandó a calentar a Mbappé antes del descanso.
Apenas cinco minutos después del descanso, Mbappé y Dembélé entraron al campo para desencallar a su equipo. El PSG subió varias marchas. Parecía otro equipo. Mbappé hacía temblar a la defensa del Toulouse por la izquierda, Dembélé desbordaba por la derecha. El goleador francés apenas necesitó diez minutos para forzar un penalti y estrenarse esta temporada. Una vez abrió el marcador, el Toulouse asumió más riesgos. Y los parisinos aprovecharon esos espacios, liderados por su nueva dupla.
Mbappé fue el gran protagonista con su gol, pero Dembélé también tuvo un muy buen debut. Regates, taconazos, buena toma de decisiones… El extremo llega a la capital francesa en su momento de mayor madurez futbolística —quizás esto es lo que más les duele a los culés de su marcha—. Con un eslalon suyo, estuvo a punto de marcar el segundo en el 76’. Pocos minutos más tarde, dio un pase en profundidad y dejó a Vitinha solo ante el portero, aunque el portugués no logró dejar el partido por finiquitado.
No obstante, los parisinos perdonaron y el Toulouse no perdió la esperanza de empatar. El equipo de Carles Martínez logró un premio inesperado gracias un penalti inocente del hispano-marroquí Achraf Hakimi en el 85’. Los locales empataron y no dejaron tiempo para reaccionar a su rival. El equipo de Luis Enrique termina la segunda jornada con apenas dos puntos. Y solo puede agarrarse a un premio de consolación: la pareja Mbappé-Dembélé apunta maneras.