Llenar el depósito de los coches está siendo un verdadero calvario para los españoles. El precio de la gasolina y del diésel no deja de subir. Y lo hace, por si fuera poco, en plenas vacaciones para millones de españoles que cogen su automóvil para disfrutar de sus días de asueto.
No es raro llegar a las estaciones de servicio y comprobar que los dígitos de los paneles coinciden con los que se veían con el inicio de la guerra en Ucrania. De hecho, con la subida por parte de las gasolineras en los últimos siete días el precio es el mismo que cuando Pedro Sánchez anunció un descuento de 20 céntimos por cada litro de combustible repostado.
En concreto la gasolina se ha encarecido esta semana un 0,71% con respecto a hace siete días, para situarse en los 1,692 euros por litro, su valor más alto desde finales de noviembre, aunque entonces estaba vigente la subvención de 20 céntimos por litro implantada por el Gobierno por la crisis por la guerra en Ucrania. Es decir, que la gasolina ya cuesta lo mismo que cuando se aplicaba el descuento. El diésel, por su parte, el precio medio del diésel también encadena su sexta semana consecutiva de subidas (+2,19%) para alcanzar los 1,586 euros el litro, un nivel que no marcaba desde mediados del pasado mes de marzo, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Desde que a mediados de julio el precio de los carburantes entró en una espiral alcista, repostar nuestros coches es casi un 11% más caro. O traducidos a euros, el coste de llenar el depósito se ha elevado en unos cinco euros, cálculo que sale de estimar el llenado de un depósito medio de 55 litros por unos 93,06 euros actualmente, frente a los 87,83 euros que costaba de media entonces.
El petróleo, en rally alcista
Pero, ¿qué ha pasado para llegar otra vez a esta situación? Durante meses, el precio del crudo se desplomó ante la falta de demanda. Tras esta depreciación, los países extractores de crudo decidieron recortar producción y Arabia Saudí y Rusia decidieron dejar de vender 1,5 millones de barriles diarios.
Esto ha propiciado que se haya ajustado el precio del petróleo y el barril de brent se haya encarecido notablemente. En concreto, a cierre de mercado del pasado viernes, se pagó a 84 euros la unidad. Esta cantidad, a juicio de los principales expertos en la materia no es suficiente para los países productores y todo hace indicar que haya una nueva vuelta de tuerca que haga que el oro negro vuelva a expermientar subidas.
Un reciente informe de Goldman Sachs prevé que el precio del barril de brent alcance la cota de los 93 euros debido a la mayor demanda propiciada del mercado China. El gigante asiático parece despertar de su letargo tras la crisis sufrida por el coronavirus y el banco de inversión prevé que se reactive la economía y, por tanto, el consumo de petróleo sea de 550.000 barriles diarios a lo que se viene demandando desde el país.
Julius Baer, a su vez, considera que el petróleo podría llegar incluso a los 100 dólares por barril. Los expertos de la compañía remarcan que “el precio del crudo está especialmente inflado”.
«Las tendencias de la oferta energética se han deteriorado en los últimos meses y han desencadenado un repunte de los precios de la energía. La mejora de las tendencias de la demanda energética mundial en 2024 podría prolongar el impulso alcista de los precios de la energía, aunque vemos límites», según Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America.
Por último, el responsable global de materias primas y derivados de Bak Of America, Francisco Blanch, advierte de que las tendencias de la oferta energética se han deteriorado en los últimos meses y han desencadenado un repunte de los precios.
A su juicio, la mayor demanda energética para el próximo año llevará a una nueva subida en el petróleo aunque con ciertos límites. No obstante, prevé que la industria se encuentra en un punto bajo cíclico y que los tipos máximos y una fuerte dosis de estímulo chino podrían tirar al alza los precios mundiales del petróleo y el gas.