Familiares, amigos y un buen número de seguidoras ‘millennials’ se dieron cita en Pangea The Travel Store para conocer de primera mano las experiencias de Daniel Illescas (Santa Perpètua de Mogoda, 1993) en África. El conocido modelo e ‘influencer’ las ha plasmado en ‘Be part of it’ (Libros Cúpula), un cuaderno de viajes en el que narra sus vivencias en un orfanato de Mfangano, una pequeña isla del lago Victoria (Kenia).
En marzo del 2018, el novio de Laura Matamoros decidió conocer de primera mano el proyecto que la Asociación Índigo lleva a cabo en el país africano. «Tenía ganas de vivir una experiencia viajera distinta a las que había hecho hasta entonces. Quería vivir otra realidad», explica.
Inicialmente, Illescas no quería difundirla a través de redes sociales «por miedo a las críticas y porque pudiera interpretarse mal esta acción», pero, una vez allí, decidió compartirlo con sus seguidores -que suman casi un millón entre Instagram y YouTube-. «Me di cuenta de que tenía la capacidad de influir en algo bueno y ayudar y me siento muy orgulloso de haber arriesgado», confiesa el catalán.
Un granito de arena
El cariño, la gratitud y la eterna sonrisa en el rostro de los niños a los que conoció hicieron que el influencer se enamorase de aquel lugar y quisiera seguir aportando su granito de arena. «No quiero ser un voluntario normal, sino alguien comprometido con ellos», revela Illescas, quien lleva un colgante de África en el cuello, un recuerdo de su primer viaje a Kenia. «Esos niños enganchan, son como mi segunda familia».
La falta de luz permanente, de agua y de cobertura móvil, además de otras carencias, no han mermado la implicación de Daniel en el proyecto de la Asociación Índigo. De hecho, ha vuelto tres veces más a Mfangano en un año. Cada viaje es una experiencia, y de todos destaca la generosidad de quienes tienen menos. «Es increíble ver cómo comparten las cosas. Si a un niño se le cae el vaso de leche del desayuno, el resto de compañeros se lo llenan. Y a veces se acuestan sin cenar, pero siempre con una sonrisa», cuenta.
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A lo largo de este año y medio de voluntariado, la situación del orfanato ha mejorado: han puesto literas y han construido un comedor-cocina para que niños y voluntarios puedan comer bajo techo. Este último proyecto ha sido posible gracias a la venta de camisetas con el mensaje del proyecto, Be part of it, con la que Illescas ha logrado recaudar 30.000 euros.
Un reto que no acaba aquí. El catalán destinará los beneficios de la venta del libro al orfanato de Mfangano, con el que seguirá colaborando. «Esos niños enganchan, son como mi segunda familia, y me han enseñado mucho», confiesa el influencer.