El concejal de Limpieza, Nicolás López, no deja de recibir a diario quejas de santjonaers que critican la suciedad y los malos olores que sufren y piden soluciones.

A ello se unen los residuos de las mascotas, orines y excrementos, que en momentos de calor como los actuales multiplican sus efectos desagradables. Sant Joan tiene censados casi 5.000 perros, y la mayoría de ellos salen a la calle con sus dueños. «Es un clamor, me lo dicen todos los días por la calle y me envían correos con casos concretos de suciedad, y el tema de los perros. Es sorprendente, los entornos de los pipicanes están llenos de orines, porque hay gente a la que le da pereza llegar y entrar en el recinto; y luego muchos que sí están dentro no recogen el »regalito« de su mascota y eso molesta mucho a otras personas», enumera López. 

El concejal asegura que sólo hay que darse una vuelta por el municipio para comprobar que actualmente hay una situación de «impunidad» de muchos vecinos. Una situación que el propio responsable de limpieza confiesa, viene dada por la falta de aplicación de la ordenanza que lo regula. Cree que el hecho de que no se estén poniendo multas está generando que muchos vecinos ante la indecisión, acaben siendo incívicos por comodidad. 

Desde el consistorio preparan una campaña de concienciación que el concejal cree que «debería llamarse de ‘reconcienciación’, porque ya deberíamos y de hecho sabemos lo que tenemos que hacer». Y adelanta que el siguiente paso va a ser la vigilancia contra quienes comenten actos de incivismo e imponer las multas que recoge la propia ordenanza. 

«Llevo ya suficientes meses como concejal de limpieza para ver la problemática que tenemos y por qué se genera», admite López, quien cree que los vecinos tienen que ser conscientes de que para tener un pueblo limpio es fundamental no ensuciarlo. «La Rambla está limpia a primera hora de la mañana, y cuando pasas a las 11 ya te encuentras de todo, y eso no puede ser», explica a modo de ejemplo del punto más emblemático del municipio. 

Sant Joan tiene un contrato de la basura obsoleto, que se aprobó en 2010 para las realidades de aquellos momentos, pero no para las que tiene 13 años después. Además, actualmente hay maquinaria estropeada y menos útil que tiene que ser sustituida por otra eléctrica o que pueda subir por la aceras, entre otras características. El pliego de condiciones está ahora mismo terminando de redactarse y el concejal confía en que antes de que acabe el año salga a licitación. 

«Este nuevo servicio va a ser una revolución porque viene con muchos cambios, es atrevido y ambicioso tanto en la limpieza como en la recogida de residuos sólidos», adelante López, «he tenido muchas reuniones ya y sabemos que Sant Joan va a quedar muy limpio. Pero no se va a lucir si la gente sigue ensuciando».

El Ayuntamiento está preparándola para ponerla en marcha después de las fiestas del Cristo de la Paz, a mediados de septiembre, y va a empezar concienciando a los que a su vez son muy receptivos y grandes prescriptores en casa, los escolares; así como en redes sociales «de forma muy pedagógica». «Espero que cale en mucha gente, se trata de reeducar en algo que ya sabemos, y si no hay resultados voy a empezar a sancionar, soy consciente de que habrá críticas, pero estamos hablando de un problema de salud pública, me llegan padres quejándose porque los parques infantiles también están llenos de cacas».

«Tenemos un problema real. Los puntos negros coinciden con los aledaños de los pipicanes. Está todo lleno de meadas y ni se molestan en recoger las cacas de los perros. Se limpian todos los días, pero así es imposible que se mantengan en condiciones», apunta el edil de Limpieza. Añade que este verano se han multiplicado las quejas por malos olores debido a la basura que se tira muchas horas antes de que se vaya a recoger «y a ello se suma la gente que ni la echa en el contenedor y la deja al lado. Hay contenedores que solo de acercarte te tiran para atrás».